Drabbles Wigetta

¿Un poco de champagne?

 Había decidido quedarme junto a Willy en Barcelona durante unos días antes que llegase Navidad, y por supuesto antes que fuese enero donde me alojaría allí durante una larga temporada. Quedarme en casa de mis padres no me resultaba entretenido debido a que ellos se encontraban trabajado prácticamente todo el día, tampoco es como si fuese su mejor amigo y estuviera pegado a ellos cada vez que se encontraban en casa.

Al parecer de momento nadie se había percatado del ligero detalle en una foto que subí a Twitter donde me despedía a dormir, cosa que en si no era usual en mi porque no acostumbraba a subir fotos mías así de la nada y sin ningún motivo, y al también de que no me encontraba en mi habitación de Madrid sino en la de Barcelona, bueno mi habitación entre comillas ya que me encontraba en la de Willy, ¿No era lo mismo? de todas formas estos días dormiría allí adueñandome de la mitad del espacio que ofrecía su cómoda cama, en fin.

Para hacer el tonto un rato subí una foto a Twitter donde tenía una botella de champagne envuelta en papel de regalo con un lazo navideño muy cuqui dando las gracias a una persona no mencionada, la verdad detrás de todo esto es que mi compañero la había comprado a modo de regalo para mi, claro está fuimos muy discretos sobre eso, sin embargo éste fue bastante obvio al haberse atrevido a comentar la foto mencionando unos bombones que había recibido, ¿Casualidad? Por supuesto que no, yo mismo me había encargado de comprarselo; una caja llena de bombones con distintas figuras navideñas, recordé su cara de sorpresa y sus ojos iluminados al ver los bombones e inevitablemente sonreí ante la nada.
Ver a Willy feliz no se comparaba con nada.

- ¿Qué haces?- preguntó mi compañero/amigo/amante y cómplice de mis tonterías y más extrañas fantasías.

- ¿Eh?.. pensaba- titubeé atontado penetrando mi mirada detallando su cuerpo de pies a cabeza, sabía lucir bastante bien su figura de socorrista sin ni siquiera darse cuenta de ello. Se encontraba en mangas cortas acompañado de unos pantalones baqueros ajustados a sus muslos logrando captar por completo mi atención ignorando por completo sus ojos que me seguían la mirada.

- ¿Que tanto miras?- deduje por ese tono carmesí que se apoderaba de sus mejillas que comprendía bien donde se posaban mis ojos. Sonreí con malicia enderesandome sobre su cama para observarlo mejor. Adoraba ponerlo nervioso.

- Nada. ¿Que tal si bebemos una copa del champagne que me has regalado?- observe detenidamente como alzaba las cejas y me devolvía una sonrisa, sin decir una sola palabra salió de la habitación regresando al rato con dos copas en su mano y en otra el champagne.

- Agarra.- murmuró llenando mi copa con el liquido entregandomela en una mano. Noté como se llevaba su copa hacía la boca y enseguida se la aparte con cautela antes de que pudiese dar el primer sorbo.

- ¿No vas a brindar conmigo?- interrogué divertido alzando las cejas.

- Vale, ¿Por qué quieres brindar?-

- Piensa en algo, contaré hasta tres y ambos lo diremos a la vez ¿Te parece?- este asintió repetidas veces rebuscando pensativo en su cabeza algo por lo que brindar.- Uno..

- Dos..- me continuó

- ¡Tres!-

Y como era de esperarse ambos hablamos al uniso, aunque extrañamente se nos entendió a la perfección. Habíamos brindado por lo mismo.
"Brindo por nuestro nuevo hogar" no tardamos en partirnos en carcajadas debido a lo extraño que fue el momento. ¿Cuantas posibilidades había de que pensaramos exactamente lo mismo en determinadas ocasiones? Comenzaba a creerme eso de "Somos una misma mente"

- Madre mía s- somos como..

- Un complemento- le interrumpí con algo de nostalgia en mi voz, este se percato de aquello enseguida frunciendo el ceño desorientado, perdido probablemente en algún recuerdo.
Alcé mi copa hacía enfrente para captar su atención y bebí del liquido hasta acabarmelo de un solo sorbo. Willy hizo lo mismo.
No acostumbrabamos a beber, si lo hacíamos era en muy pocas cantidades y de una forma más regulada para no descontrolarnos, sin embargo en este momento apartamos un poco nuestros "Principios" y bebimos como si nos hubiesen tirado en medio de un desierto y este champagne fuese agua.

Los efectos del alcohol no tardaron demasiado en hacer efecto en nuestra sangre, me ardía toda la cara y la piel. Reí divertido al notar como Willy se comenzaba a ruborizar violentamente debido a la cantidad de alcohol que llevaba encima, sus rasgados ojos enrojecieron y se cristalizaron en nada y menos.

- ¿De qué te ríes pringao?- frunció el ceño sacudiendo sus manos por todos lados, como si estuviese siendo poseído por esos muñecos inflables que bailan gracioso, reí durante largos segundos, la risa floja me había atacado.

- Pareces un muñeco de esos que bailan- reí sin saber muy bien lo que decía, de a poco la vista se comenzaba a tornar más borrosa pero no dejé de beber.

- Que diceeeees..- soltó entre risas sin comprender bien de que se reía aun así me contagie hasta que terminamos llorando de tanto reír.- Hacía mucho que no me ponía pedo- volvió a sonreír quedandose pillado observando mi cara. Sonreí sin fuerzas aproximando mi mano hasta su cara, cosa que me costó bastante ya que mi brazo se desviaba más hacía la izquierda por simple inercia, Willy notó esto y tomó mi mano con la suya situandola sobre su mejilla tal y como pretendía desde un principio. Nos miramos en silencio un rato sin saber que decir, aunque me costaba enfocar sus ojos aun podía ver a través de su alma. Sentí paz y entrecerré los ojos notando como su aliento de pronto chocaba contra mi cara.

Choqué mi nariz contra la suya buscando sus labios con los míos fundiendonos en un sonoro beso que no tardó nada en seguir, colé mi lengua en su cavidad bucal buscando la suya, buscando más profundización en aquel beso que poco a poco se tornó desesperado y más apasionado prácticamente intentando comernos mutuamente la boca como animales en celo.

Willy se apartó unos centímetros de mi con la respiración acelerada, el cabello desordenado ruborizado a más no poder, su boca estaba entre abierta dando ligeros jadeos, con esa escena casi pornografía ante mi me fue imposible no estremecerme. Mi sangre se desvió por completo hasta mi entrepierna hasta causarme dolor por la presión que mi pantalón ejercía en esa zona.

- Willy..- gimoteé mordiendo con fuerzas mi labio inferior, intentaba contenerme todo lo que podía pero me era imposible con la sangre centrada en un solo lugar y la cabeza dando vueltas.
Le empujé levemente pero con la fuerza necesaria para que terminase completamente tendido sobre la cama.
Se veía realmente desorientado expulsando fuego a través de sus pupilas.

- Samuel..- murmuró soltando un leve suspiro.- Hazme tuyo, q- quiero que me rompas en dos- titubeó entre risas, se encontraba demasiado alcoholizado, lo sabía porque ni estando consiente y excitado diría tal cosa.- Azotame- Reí ante su comentario restregando sin ninguna delicadeza mi cuerpo contra el suyo provocandole espasmos y gemidos ahogados, una corriente eléctrica por mi columna vertebral arrancando un gemido de mi garganta.
Con algo de prisa comencé a desvestirnos arrojando su remera y mi camisa a donde sea menos cerca nuestro, quedando únicamente con los pantalones puestos.

Le miré en silencio unos segundos quedando embobado con su carita de ángel siendo corrompido, una vez más entre otras...
El sudor en su frente se escurría por su cara logrando que partes de su cresta se quedaran pegadas en su frente. Se veía sumamente sumiso y vulnerable, completamente a mi merced, el morbo de a poco comenzaba a apoderarse de mi ser obligandome a llevar dos dedos a su boca entre abierta brindandome una de las escenas más obscenas que solo yo tenía el placer de ver.
Chupeteó con algo de dificultad mis dedos hasta agarrarle el truco. Se mantuvo con los ojos cerrados chupando y mordisqueando toda la extensión de mis dedos, que cortos no eran. Deseaba en ese instante poder entrar en su mente y ver sus mórbidos pensamientos.

- Dime que amas Willy.- retirando mis dedos de su boca atacando su cuello chuponeando y mordisquando a mi antojo. Sabía que ese era su punto débil así que me aproveché de ello.- Dilo..- exigí

- Ehh.. aah- gimoteó removiendose bajo mi cuerpo cual lombriz- Te amo- titubeó casi en un tono inaudible

- Más fuerte, dilo- exigí con la voz ronca simulando estocadas sobre sus pantalones logrando que nuestros miembros rozaran con intensidad.

- ¡Ahh! jo.. der! ¡Te amo!- gimió de una forma escandalosa logrando ponerme los pelos de punta.- Te amo, te amo, te amo.. te amo... t- te amo- comenzó a murmurar más bajo aflojando el agarre de sus piernas contra mi cintura y sus brazos sobre mis hombros, y se calló.

Se había quedado dormido. Mierda.