I think marry you.

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 ¿Qué es lo primero que piensa una persona cuando su pareja le llama por celular pidiendo por favor que preparase una cena un tanto "especial" porque planeaba darte un obsequio? ¿Por qué? Porque era exactamente en la situación en la que Samuel me había dejado después de interrumpir mi maravillosa hora de descanso (la cual consiste en no hacer absolutamente nada más que comer frutitas y llorar con películas en netflix)

 Normalmente una persona pensaría "bueno le preparo la estúpida cena y tirando", pero no. En mi caso era diferente, Samuel definitivamente era un caso especial ya que su mente iba a otro nivel, todos sabían eso. Era realmente muy difícil saber que pretendía que hicieses sin recibir una mala cara de su parte, quizás en nuestra relación él era probablemente el que más se comportaba como la mujer, aunque aquello no debía decirlo jamás en voz alta o me estamparía la cara contra la pared.

Por supuesto lo primero que se me vino a la mente fue algún regalo en plan peluche y chucherías, pero fue descartada al instante luego de analizar la situación al recordar las palabras de Samuel

-Chiqui, necesito que me hagas un favor. Prepara la cena, lo que tu quieras, pon velas si quieres como más te guste a ti, tengo un regalo precioso cual carita de oso para ti..

- ¿Cocinar? Pero qué dices.. sabes que se me da del culo.

- Escucha pequeño, solo hazlo, si quieres ordena pizza. Imagina que estás preparando la cena que cambiara un antes y un después en tu vida.

- ¿Eh? ¿Y eso?

- Tengo un regalo precioso cual carita de oso para ti.. Y quiero que sea un momento especial, quién mejor que tú para darle el tono al momento.

- ¿Un regalo para mi? Hala que bicho te picó, dime que es!

- Sh. Secretito de Vegetita. Te va a encantar lo prometo, o eso espero porque uff chaval..

- ¿Debería sacar suposiciones?

- ¡No te atrevas!

- Vale, vale.. Sabes que lo haré de todas formas. Te espero en casa, adiós.

¿Por qué debía ser yo quien ambientara la situación a mi gusto? Eso solo me llevaba a la conclusión de que era un obsequio realmente importante, es decir, la única forma de no cagar un momento y tener cien por ciento de certeza de que todo saldrá bien es dejando a tu pareja a cargo de "darle color al momento" lo que en palabras ordinarias quería decir "Decora la mierda a tu gusto porque si lo hago yo y no te gusta se va a liar parda"

Mentiría si no dijese que la intriga me carcomía por dentro, la estúpida y fugaz idea de Samuel pidiendome matrimonio pasó por mi mente dejandome congelado por completo. ¿Sería posible? ¿Acaso él..? ¿Y si de verdad...? No, a lo mejor solo eran ideas mías, ¿Era demasiado pronto? Bueno, desde mi punto de vista hay muchas cosas aun por vivir juntos antes del matrimonio pero mucha gente está comprometida por años, y teniendo en cuenta que en menos de dos años de conocernos nos fuimos a vivir juntos al otro lado del mundo así porque sí entonces ya se miraba con otros ojos.
Sacudí mi cabeza intentando apartar aquellas ideas de mi cabeza pero mi mente no planeaba dejarme en paz, la imagen de Samuel arrodillandose ante mi lograba que mi corazón diera brincos de felicidad.

Luego observar 20 minutos de tutoriales por YouTube de como preparar alguna comida rápida y deliciosa, todos me resultaban demasiado complicados o demasiado tediosos para mi perezoso cuerpo así que opté por preparar un rico pollo asado con ensalada cesar, su favorita. Básicamente estaba todo preparado, adoraba decorar era una tarea la cual se me daba fácil ya que me divertía, un par de velas y aerosol ambiental olor a flores de primavera era suficiente como para darle un toque romántico pero sin llegar a ser asfixiante y demasiado extravagante.

Ahora solo quedaba esperar. Desde pequeño mi madre solía decir que era un niño bastante inquieto y curioso, sobretodo curioso, y no se equivocaba en absoluto.
Podía escuchar el silencio ensordecedor en toda la casa, y ver los segundos pasar lentamente en el reloj de la pared. Respiré profundo e intente calmar mis impulsos de correr a la habitación de Samuel y hurgar entre sus cosas para ver si encontraba algún rastro de anillos de compromiso, obviamente no pude controlarlos, en un abrir y cerrar de ojos ya me encontraba de rodillas frente a los cajones de su mesa de luz desparramando todo tipo de cosas sin importancia, parecía un loco maníaco intentando hurtar algo.
¿Si fuese Samuel dónde escondería una estúpida caja de anillos? Probablemente en el último lugar donde alguien buscaría.. ¿Su almohada? ¡Sí! salté en un brinco a su cama y ataqué su almohada cual presa de animal, prácticamente la descuartice sobre las mantas de su cama y nada, no había nada allí. ¿Y si a lo mejor los tenía él?

- ¿Willy? ¿Q-que haces en mi cama?- esa voz, ¡mierda? ¿En qué momento había regresado?
Simulé estar jugando con una pelusa en su cama de una forma un tanto extraña, algo similar a un gato.

- ¿Eh?.. No te oí llegar. Y-yo solo jugaba- titubee poniendome de pie mientras acomodaba mi ropa

- ¿Jugabas? Que cosa más extrañas juegas tú.. Vale, no importa. ¿Preparaste la cena para mi?- dijo sonriente tendiendo su mano para que la tomase, y así lo hice.

- Hombre pim pam pollito pim pam ensaladita

- Así me gusta- musitó divertido depositando un sonoro beso sobre mi mejilla.

Nos dirigimos a la cocina, todo marchaba normal, cenamos con tranquilidad y charlamos de temas sin sentido. Se veía bastante calmado, ¿Acaso no estaba nervioso? ¿Cuando pensaba sacar la maldita caja y darme el anillo? ¿Que debía responder cuando lo hiciese? ¿De verdad pensaba hacerlo?

- ¿Estás bien? Llevas un empane mental chaval- comentó entre risas regresando mi mente a la realidad.

- Nada, solo pensaba en.. las personas que se comprometen y eso..- musité sin interés intentando que pillase la indirecta.

- ¿Y eso? ¿Quieres comprometerte?-
¿De verdad estaba preguntando eso? ¿Acaso intentaba jugar con mi mente?

- N-no lo sé, quizás... ¿Y tú?

- Claro que sí. Planeo comprometerme, casarme y tener la boda más hermosa del mundo...

- ¿Me invitarías a tu boda?- pregunté divertido

- No.

- ¿Como que no? ¿No planeas invitarme a mi propia boda?- fruncí el ceño cruzandome de brazos, ¿Estaba tonto?

- ¿Por qué deduces que me casaría contigo?

- Ah, o sea que no planeas casarte conmigo... Vale, pues no lo sé. Creí que serías igual de pringa'o que yo que estuvo toda la jodida noche imaginando ese estúpido momento.

- ¿Que dices Willy?- soltó entre risas saltando de su asiento arrodillandose ante mi mientras acariciaba mis glúteos con ternura.

- Nada que puedes irte a tomar por culo- intenté retirar sus manos de mis piernas pero fue imposible porque atrapó mis manos con las suyas.

- Repite lo que dijiste y te soltaré.

- ¿El qué?- comenzaba a desquiciarme su actitud arrogante y su linda sonrisa que no desaparecía.

- Que pensaste toda la noche en eso, ¿Que pesaste?

- N-no lo sé.. creí que ibas a proponerme matrimonio ¡Ya déjame! Obviamente me hice falsas ilusiones con respecto a tu regalo ya puedes soltarme!

- ¡Oh mi Willy! Eres lo más lindo que existe en el mundo ¿Lo sabes cierto?, eres la persona más lista, inteligente, tierna, dulce y perversa que conozco. Y te amo, ¿Lo sabes? Quiero que sepas que no existe nadie, absolutamente nadie con quisiese pasar el resto de mi vida que no sea a tu lado.
¿Sabes que pienso? Pienso que la vida tiene varios sentidos, que hay distintos universos. Y que nos queremos, Willy, cariño mío, principe de mis sueños, ¿Quieres casarte conmigo?- aquellas palabras habían salido de su boca de una forma tan lenta y dulce que estaba completamente seguro de que jamás las olvidaría. Si las palabras pudiesen matar yo ya estaría muerto en estos instantes.
Una pequeña caja negra salió de su bolsillo, tal cual lo había imaginado, de ella sacó una sortija que tenía grabado "mi complemento" las lagrimas salieron de mis ojos sin previo aviso, simplemente no podía hablar estaba en shock, necesitaba saber que esto era real.

- Bésame por favor- murmuré y al instante fui callado con sus labios sellando los míos, y lo sentí, realmente estaba pasando. 

Drabbles WigettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora