¡Oye, tú!

Parte 4

Narra Jimin.

Ese pequeño en verdad era frágil, pero no me encargaría de cuidarlo como una madre, a si que no hace falta que lo persiga.

Caminé en dirección contraria, donde estarían esperándome Jin y Hoseok en el coche del primero, pues claro está, no voy a caminar hasta no se cuantos metros hasta ese sitio, al menos me levanto, a si que no se puede decir nada.

--¡Hey!-- Grité corriendo hasta ellos para ir a los brazos del mayor de todos.

--Hola enano~ ¿vamos? Te toca de copiloto-- Jin siempre a sido malo, lo único bueno que tiene es ese hermoso rostro, pero a un así, que nadie se engañe, si no estarán en problemas, demasiados, a si que tan solo alejaos de él, que Hoseok y yo ya lo aguantamos.

No, no son celos de que el tenga un millón de amigos.

No.

Para nada.

Que va.

El trayecto fue bastante silencioso para el gusto de los tres, pero a un que fuera así, ninguno diría nada de como le pareció el trayecto de silencioso, incluso creo que podemos decir que fue el trayecto más silencioso del mundo, pero de nuevo estaría Jin diciendo "exagerado" a si que bueno, es el segundo.

Vi como un círculo se había formado con bastante personas, y pude distinguir el pelo verde teñido de Suga, indicándome que quienes estaban allí eran Jungkook y los demás cabrones que lo único que hacían era seguirlo.

Hijo de p...

--Vamos-- Dije a los otros dos detrás de mi para correr hasta allí, sintiendo que los otros dos también me seguían.

--¡VAMOS, NO HAY NADA QUE VER AQUÍ!-- Gritar con todas tus fuerzas sirve para algo.

Todos aquellos en menos de un segundo ya se había marchado, y ahí estaban.

Se notaba que Jungkook en cuanto dije eso dejó de pegar a quien estuviera en el suelo, pues los que estaban con el, y él, lo tapaban completamente.

No me resistí.

Pegué a Jungkook, pues sabía que fue él quien dio la idea y miré con furia a los otros dos, haciendo que se apartaran de quien fuera que estaban en el suelo seguramente más que golpeado, me las van a pagar.

Y ahí estaba.

Kim Taehyung, mi vecino.

Tenía el labio superior y la nariz, rotos, sangre salía de su boca, diciendo así que le habían pegado en el estómago, varias cortadas por las piedras que habían, un cachete rojo al igual que uno de los ojos.

Parecía roto.

--¡Eres imbécil o que!-- Grité cogiendo a Jungkook del cuello de la camisa, no podía remediarlo, me encantaría pegarle una buena ostia, ¿por qué? Simple, siempre diré que se me parece a mi padre, pegando a la gente por diversión.

--Déjalo.-- La fría voz de Suga daba bastante miedo, a si que hice lo que me pedí.

Él cuando quisiera me podía pegar, era el él único que me daba miedo, a si que es por eso que lo obedezco, vamos a ver, si no también le pegaría por a verse metido en ese momento lo que yo iba a hacer.

Miré de nuevo a Tae, me daba lástima verlo así, quería verlo con la sonrisa cuadrada que me había dado esta mañana...

Lo cogí cuidadosamente por la nuca y los pies, apoyó el mismo con bastante cuidado su cabeza en mi pecho.

-¿Por qué me sigues?- Pregunté de mala gana a Jungkook y a sus amigos, pues a Suga nunca le preguntaría, como si me siguiera hasta el baño, nunca diría nada, ¡que sea feliz siguiéndome! Pero Jungkook no.

--Por que me da la gana, ¿sabes?-- Le di una mirada furiosa cuando giré mi cabeza hacia detrás, donde estaba él, haciendo que rápidamente se callara tomando la indirecta que para mi, fue una bastante directa.

Puse con mucho cuidado a Tae en uno de los tantos bancos del recreo, no quería herirlo más de lo que ya estaba, no quería romperlo más...

Segundo o minutos más tarde, quien sabe, vi como los ojos rasgados de Tae se iban moviendo poco a poco diciendo así que se estaba "despertando" por así decirlo.

Se había quedado paralizado en ese momento.

--¿Q-Qué...?- Su profunda voz era en ese momento entrecortada, bastante, me daba pena...

--¿Estás bien?-- Hablé tocándole la mejilla golpeada, haciendo que él rápidamente cerra los ojos del dolor, esta vez Jungkook se había pasado, y demasiado.

-No...- Susurró tocándome la mano, el único contacto que hemos hecho ambos juntos.

Vi como se le quedaba mirando con miedo a Jungkook, quien de seguro tenía una de esas asquerosas sonrisas que hacían mostrar esos dientes que quería partirle, cuanto más doloroso fuera mejor, pero no, me tengo que controlar...

Relájate.

--¿Te quieres ir o quieres que te parta uno a uno eso dientes que tienes?--

Me era imposible relajarme.

Vi como el se iba, pero en cambio Suga se quedaba ahí, quieto, casi sin expresión alguna, pues se veía como sus labios estaban un poco ladeados, siempre e pensado que es bastante misterioso, y seguiré pensando eso.

De pronto, Suga se sentó levantando un poco la cabeza de Tae, -quien no puso resistencia alguna- en sus piernas y acariciaba sus flecos.

--No puedes dormirte-- Habló Suga-- Haz recibido un fuerte golpe, a si que mejor no lo hagas, estaremos aquí.--

--¿Por que haces esto?-- Los tres nos quedamos asombrado por mi pregunta, pero es que tenía que hacerla, ¿como podía ser así de bueno estando con esa mierda de gente? 

--¿Por qué?--

--Por qué.-- Repetí de nuevo.