Parte 15.

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Narra TaeHyung.

Me dolía todo, estaba completamente fatal, sobre todo me dolía la parte trasera, ¿por qué hicieron eso? ¿Qué había hecho yo? ¡Que yo no les había hecho nada! ¡Se que soy una mierda, pero no fue mi culpa nacer, no lo decidí yo!

Maldición...

Por suerte para mi en ese momento estaba Jimin ahí, llegando a su casa, donde pude llorar como si se me fuera el mundo en eso.

Entré con el más cuidado posible para luego cerrar y acostarme en el sillón, seguía doliendo, tanto, que creo que iré al médico, esto no es normal.

Me levanté con sumo cuidado de que no me doliera más de lo que ya hacia, si no, parecía que moriría ahí mismo, pero no, no voy a ir solo.

Intentaré que venga Jimin conmigo si puede.

Toque en su casa esperando que a que alguien me abriera, para ver ahí a la señora, a su mamá.

--¡Oh! Pequeño, cuanto tiempo, ¿quieres que llamé a Jimin?-- Tan sólo asenti, agradecía en ese momento que dijera eso, pues así no me movería mucho.

Vi como Jimin bajaba corriendo, estuvo llorando, sus ojos rojos e hinchados, si, había llorado, ¿por qué...?

--¿Qué haces aquí TaeTae...?-- Susurró mirándome a los ojos, tenía vergüenza, pero debía hacerlo...

--Jimin...¿p-puedes venir conmigo al hospital?- Suspire.- M-Me está doliendo demasiado...y-y creo que eso no...no es normal...- Lo abraze e intenté no llorar cuando sentí que el también me abrazaba, como mama cuando nací...

--Tranquilo pequeño, claro que iré, ¡mamá, saldré con Tae!- Gritó para escuchar de parte de su madre un "no llegues tarde"

--Tienes suerte de que el hospital esté cerca.-- No pude evitar reír antes eso, pues era verdad, para mi suerte en este momento.

El camino fue en silencio, pero un silencio cómodo en el que yo me quejaba en mi mente por el dolor que sentía.

Una vez llegamos, fuimos por urgencia, donde le expliqué todo al doctor, quien tan solo dijo un "quítate los pantalones y ropa interior y acuestate boca-abajo en la camilla".

Tenía vergüenza, esta sería la primera vez que Jimin me viera desnudo junto con un desconocido, pero prefería eso a que sólo fuera el desconocido.

En ese momento agarré fuerte la mano de Jimin, en el momento en el que vi como el médico se ponía algo blanco.

--Relájate, ¿si?-- Tan sólo asenti agarrando la mano de Jimin, quien en ningún momento se quejó, si no que agarró más fuerte mi mano.

Sentí una mano del doctor en una de mis nalgas...s-separandolas...para luego sentir la otra entrando por ahí.

--Lo que imaginaba- Habló por fin el doctor sacando su dedo de ahí.- Tiene un desgarre anal, al parecer directamente no fue lubricado, y el ano al no estar al menos preparado, no puede hacer el acto sexual ya que es muy diferente, es por eso que le a salido un desgarre anal, pero claro, se puede curar con Posadas y pastillas.-- Todo eso iba dirigido hacia Jimin, quien asintió tranquilamente con una sonrisa, mientras me ponía mis cosas.

Le dio dos o tres pomadas más una caja de pastillas, ¿todo eso era para mi?

--Recuerdelo, esta pomada cada 8 horas, y la otra una al día por favor.-- ¿Qué estaba diciendo?

Después de todo, Jimin y yo fuimos a mi casa, al parecer mi padre tenía doble turno, es decir, llegaría mañana, para dormir 6 horas y después ir de nuevo al trabajo.

Entre con cuidado con el detrás.

--Esta como la primera vez que vine.- Sonrió recordandolo, a lo que le sonreí.

--Gracias por estar conmigo...y perdón por todo...- Le sonrei mientras le abrazaba.

--¡De nada hombre! Y en cuanto a las podamas...¿quieres que...te las ponga yo? No querrás que tu padre se entere, ¿no?- Tenía razón, en ningún momento papá se podía enterar de eso, jamás.

--Por favor...gracias.- Le sonrei a un más, haciendo que el también sonriera con esa hermosa sonrisa que tiene desde siempre.

¡Oye, tú!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora