♡♥ Mi mejor amigo ♡♥

♥ El destino juega sucio ♥

Capítulo veinticuatro.

Maya...

Se supone que hoy debía ser un gran día, que hoy las cosas saldrían bien, porque esta era mi primera cita con Travis, pero no, todo está saliendo mal, todo se volvió un total asco... un desastre... realmente me sentía como una completa estúpida. ¿Qué estaba haciendo? Era como si estuviese aquí, pero realmente no lo estaba, no era yo misma quien estaba frente a él, era la otra Maya, esa, la del lado femenino y tonto. Me hundí en mis pensamientos y comencé a lamentarme, esto estaba saliendo mal, y no sé si mejoraría.

-Tanto arreglo para nada-susurré y tome un sorbo de mi capuchino.

-¿Perdón? - dijo Travis poniendo una cara de disgusto.

-¿Qué? -le dije.

-A ver Maya, -recalco mi nombre- evidentemente las cosas entre tú y yo no están funcionando, y no lo harán si sigues así-dijo exasperado.

¿Qué dijo? -enarque una ceja ante su actitud.

-¡¿Ahora yo soy la del problema?! -dije un tanto enojada.

-No, no quise decir eso -dijo rápidamente.

-¿Y qué quisiste decir? ¿he? -le dije y me cruce de brazos esperando una explicación.

-Escucha Maya, -me miró fijamente a los ojos-De verdad estoy enamorado de ti, y quiero que lo nuestro funcione, pero no así, no quiero que finjas ser alguien que no eres solo para impresionarme, -quise decir algo, pero no me dejo hablar- quiero que seas tú misma, quiero que te sientas cómoda con la forma en la que vistas, en como estés peinada, en cómo te comportes... porque yo me enamore desde el primer momento de aquella chica rara que conocí esa noche en aquella fiesta, ¿lo recuerdas? -me pregunto y yo asentí con la cabeza.

Como olvidar aquella noche, fue la mejor de mi vida, él me había dedicado una canción... una canción que desde entonces no he dejado de escuchar, y presiento que es su culpa, hasta entonces era solo una simple canción, pero me la dedico y mi mundo cambio... era algo que no podía olvidar... este chico realmente me gustaba.

-Esa es la chica con la que quiero salir, contigo misma, Maya-finalizo haciéndome sentir más estúpida de lo que me sentía.

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Jack...

Observaba a Melinda; se veía tan hermosa como siempre, su cabello negro ondulado, sus hermosos ojos, su sonrisa, todo en ella era perfecto, me encantaba contemplarla, era una de las mayores dichas que podía tener en la vida, y me preguntaba si podría seguir disfrutando de eso, también me preguntaba si debía contarle sobre la carta, ella merecía saberlo, después de todo es algo importante, pero no sé si sea el momento de decirle, mejor se lo contare después, aún queda tiempo, supongo.

Di un suspiro, ella era lo más bonito que podía mirar, de tantas personas en el mundo, de tantas sonrisas, la suya era la única que me enamoraba.

Ella se ensucio una de sus mejillas con el jarabe de chocolate del pastel que comía, el pastel que le regalo el estúpido de su amigo Alex. Tome una servilleta y le limpie la mejilla.

-Gracias-dijo seguido de su hermosa sonrisa.

-No es nada Melinda -le dije.

-¿Seguro que no quieres pastel Jack?

-No, no quiero-dije tratando de no sonar frío.

-Anda, sé que quieres, toma Jack-dijo obligándome a comer del pastel.