♡♥ Mi mejor amigo ♡♥

60♥ (5/5) ♥ Una historia; y diferentes perspectivas. ♥

Mini nota de la autora:
¡Sorpresa! XD mis queridos lectores...
¡Los amo! Que disfruten del capítulo.
😘😘😘😘😘😘💖📚📝😂

Continuación racconto...

Ellos se separaron y me vieron a lo lejos... ella lo tomo felizmente de la mano arrastrándolo hasta llegar a donde estaba yo. Nos saludamos incómodamente. —¿Es cierto lo que me contó Madison? —Me decía Alex mirándome fijamente a los ojos.

—¿Qué cosa? —Dije casi al borde del pánico.

—Que estas enamorada de mi... ¿Es cierto eso? —Pregunto Alex tan tranquilamente, a lo que yo  me quede helada... Me volví una piedra, no encontraba donde ponerme, quería que la tierra me tragara y me escupiera en marte al escuchar su pregunta.

Estaba a punto de responderle, pero no lo hice, de pronto su madre lo llamo insistentemente... pues iban a salir o algo por el estilo, y después Madison y yo nos quedamos solas...

—Melinda... —Su tono fue tranquilo; como si intentara suavizar el impacto del fuerte golpe que me había dado sin siquiera ponerme un dedo encima.

—¿Qué rayos fue eso? —Pregunté aún sorprendida y levante la palma de mi mano en dirección hacia ella.

Ella miró hacia el suelo mientras se rascaba la cabeza, acomodo su cabello nerviosa tras su oreja y luego me miró.

—Es que, Alex y yo, somos novios. —Dijo tan descaradamente que no podía creer lo que escuchaba.

—¿C-Cómo? —Le dije.

—Sí Melinda... Él se me declaró, me dijo que yo siempre le he gustado, y me pidió ser su novia. —Aquello lo finalizo con una cruel sonrisa.

Yo aún seguía asimilando todo.
Respirando a mil, sintiendo ese estúpido nudo en mi garganta, y mis ojos comenzaban aguarse.

Ella se acercó a mí, colocando su mano en mi hombro, yo fruncí el ceño mientras la miraba sin poder entender porque ella había hecho eso y porqué me estaba pasando todo esto de repente.

—Lo siento Melinda... Esto fue algo inevitable... Los dos sentimos algo muy fuerte... Imaginó cómo te sientes, y no quisiera que esto afecte nuestra amistad.

Alce ambas cejas después de escuchar lo que me dijo y abrí los ojos como platos.   —¡¿Amistad?! —Quite su mano de mi hombro con brusquedad—  ¿De qué amistad hablas?

Eres una hipócrita.

Tenía ocho años pero ese mismo día me había aprendido la definición de esa palabra al escucharla de mi tía.

Hipócrita: persona falsa, doble cara y engañosa, en pocas palabras un lobo vestido de oveja.

—¿Cómo pudiste hacerme esto? —Le reclamé.

—Melinda... —Su tono fue suave, como si estuviese arrepentida de lo que hizo.

—¿Por qué? —Le reclamé de nuevo— ¡¿Por qué lo hiciste?! —Grite furiosa, como nunca antes había estado en la vida—¿Por qué lo hiciste? Era mi secreto... dijiste que me ayudarías... ¿Y ahora haces esto?

Cada vez comenzaba hacer más brisa, sospechaba que estaba a punto de llover...

—¿Por qué Madison?  Tú eras mi mejor amiga...  ¿Por qué hiciste eso? —Mi voz se quebraba a medida que decía las palabras— Tú sabías lo que siento por él,  ¿qué no te importó eso? —Un chorro de lágrimas comenzaban a rodar por mis mejillas— Yo jamás te habría hecho esto... Jamás estaría con un chico si sé que estás enamorada de él. En cambio a ti, no parece importarte...