♡♥ Mi mejor amigo ♡♥

43.♥ Recuerdos, intriga y viejos amores ♥

"Capítulo cuarenta y tres".

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Melinda... 

Cuando llegamos a casa ya todos estaban dormidos... Eliud solamente entró cabizbajo y se dirigía a las escaleras rumbo a su habitación. 

—Oye... —Lo llamé antes de que se fuera.

—¿Que quieres monstruo? —Dijo dándose la vuelta para verme. 

—Tengo hambre... 

—¿Y? —Dijo él. 

—Antes de dormirme me prepararé un chocolate, ¿quieres? —Le pregunté  amablemente. 

Pude notar que el clima había cambiando y comenzaba hacer mucho frío.

—Sí, cuando lo prepares me lo llevas a la habitación. 

Asenti con la cabeza levemente. En otras circunstancias ni le habría ofrecido chocolate, mucho menos llevárselo a su habitación, pero él estaba triste, muy triste por lucí, y aunque me molestara todo el tiempo, era mi hermano... No podía olvidar ese hecho... Teníamos un vínculo que nos unía. Él era muy especial para mi.  No podía fallarle ahora que me necesitaba. De verdad quería hablar con él... Además una buena taza se chocolate caliente nos caería muy bien a los dos. 

Después de bañarme baje a la cocina y preparé el chocolate. Eran las 1:40 AM y chocolate a esta hora significaba unos buenos kilos de más... Era consciente de ello, pero no me importaba. Preparé las dos tazas de chocolate caliente, las puse en una bandeja cuadrada, y con la boca sostuve una funda de pan. Sí... el chocolate a esa hora no era suficiente... Y cargada con eso, me dirigí a la habitación de mi hermano. 

La puerta estaba cerrada... Toqué la puerta con el pié ya que me era imposible habrírla con las manos. 

Un desanimado Eliud me abrió la puerta. 

—Tardaste mucho monstruo, ya estaba a punto de dormirme —Rodé los ojos y entré a la habitación. Puse la bandeja en la cama junto con la funda de pan y me senté en la silla de su escritorio. 

Eliud tomó de su taza de chocolate. 

—Mmmm... —Lo saboreó— Te quedó muy rico el chocolate —Dijo y de la funda sacó un pan. Yo imité su acto. 

—Gracias... —Le dije, sumergí un pedazo de pan en mi taza y con cuidado de que no hacer un desastre en mi ropa lo llevé hasta mi boca... 

Eliud tenía razón el chocolate me había quedado delicioso. Y es que era una receta familiar... Mi abuela me había enseñado a prepararlo. Me sentí bien al recibir ese elogió de su parte. Ya que no era muy común escuchar cosas así salir de mi hermano. 

No sabía como sacarle la información y que comenzáramos hablar naturalmente, así que trate de ser sutil... 

—Lucía se va a casar... —Dije después de beber lo último que quedaba de mi taza de chocolate. 
Eliud se ahogó con el chocolate. Y es que dije que trataría de ser sutil, no que lo sería. 

—Aja... —Dijo sin mirarme— ¿Y qué con eso? 

—¿Cómo te sientes al enterarte de eso? 

—Fatal mostruo... ¿Cómo más me sentiría? Esto no es como enterarse de que te ganaste la lotería ni nada por el estilo. 

Suspire... —Lo sé —Dije al sentir empatia por él.