♡♥ Mi mejor amigo ♡♥

♥58 ♥(2/2) ♥ Cuentos de hadas ♥

Tocaron el timbre para el receso. Jack quería decirme algo, pero no pude escucharlo. Me levante de la butaca echa una furia y salí del curso. Primero fui a la cafetería compre más tostadas de lo usual, y dos jugos... Y un chocolate. Subí las escaleras rumbo hacia la azotea. Necesitaba tomar aire, respirar unos segundos y volver a calmarme. Me senté en una esquina del piso acomodando mi falda mientras miraba hacia abajo y veía a todos los demás desde aquí arriba. Después comencé a desayunar, No iba a morirme de hambre por estar enojada...
Además aquí arriba siempre hacia una brisa muy refrescante, eso era lo que me gustaba de estar aquí.
Poco a poco el saciar mi hambre me hizo sentir mejor.

Mientras comía no pude evitar notar que aquí fue donde Alex y yo discutimos una vez... Alex, ¿dónde estás y que estarás haciendo? Me preguntaba, pero mis pensamientos fueron interrumpidos por una voz:
—Si te comes todo eso, vas a terminar engordando —Era nada más y nada menos que Jason.

—No me importa —Dije a modo cortante.

—Uy, perdón, —Pusó las manos en el aire— se nota que estás de mal humor.

Jason se apoyó de la pared, y entro ambas manos en sus bolsillos. —¿Puedo saber qué te pasa? —Preguntó muy interesado. Se le notaba preocupado, como si realmente le importara lo que me pudiera estar pasando.

Haberlo tratado mal al principio me hizo sentir un poco de remordimiento. Él no tenía la culpa de lo que estaba pasándome, no podía pagar mi enojo con él, así que me disculpe:

—Disculpa... —Las palabras salieron de mi boca, pero fueron casi inaudibles por tener la boca llena, él me miro sin entender inclinando la cabeza hacia un lado y frunciendo el ceño, yo bebí de mi jugo para no morir ahogada por todo lo que me estaba comiendo y me di algunos golpes en el pecho con la palma de mi mano para ayudarme a bajar la comida y una vez que estuve bien decidí hablarle— perdón Jason, tú no tienes la culpa de que esté de mal humor.

Me interrumpió. —No hay cuidado, no te preocupes... —Se acercó, y se sentó junto a mí en el piso apoyando sus codos sobre sus rodillas y me miró— Y entonces, ¿me dirás qué te pasa?

Decidí contarle lo que me pasaba. Necesitaba desahogarme, claro obviando algunos detalles que él no tenía por qué saber sobre Madison... Solo le explique lo enojada que estaba. Él escuchó y no decía nada, se quedó pensativo, hasta que decidió decir algo:

—Es una situación incómoda.

Asentí con la cabeza, y mire hacia otro lado.

—¿Y ya hablaste con él? Porqué podrías sugerirle que no lo haga, que le de él papel a otra persona.

—No hemos hablado... No lo deje, solo me fui, además la profesora no quiere que él cambie de papel. Esto es tan injusto.

—Entonces, me estás diciendo que te fuiste sin hablar con él.
Le ofrecí de mi chocolate. Él tomo un pesado y se lo comió. Yo hice lo mismo y después lo mire. —¿Qué querías que hiciera?
Estaba enojada, solo me fui.

—Huir no soluciona nada, debías enfrentar el problema; decirle cómo te sientes... Hablarlo, todo eso; menos huir.
Imagina como se debe estar sintiendo él ahora.

Mientras saboreaba el chocolate, pensaba en lo que dijo Jason me hizo sentir un poco  mal ya que tenía razón, no estaba pensando para nada en Jack. Solo pensaba en lo enojada que me sentía; en huir, pero no me detuve a pensar que él tampoco lo estaba pasando bien con esta situación.

Suspire y baje la cabeza.
—Soy un fracaso.
Todo lo hago mal.

Jason colocó su mano en mi hombro. —No seas tan dura contigo misma. No eres un fracaso... Tú eres única, maravillosa, eres increíble y muy especial Melinda...