¿Quién es tu mejor amigo?
Mi mejor amigo es aquel que conoce mi corazón, es aquel al que le cuento todo sin temor, me fortalece, me llena de alegría, es aquel que me enamora cada día y no importa lo que pasé siempre estará ahí; conmigo... por eso l...
-Melinda es por eso que no quiero irme, no quiero perderte.
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Se acerco a mi y me dio un fuerte abrazo. -No quiero alejarme de ti, no, no quiero Melinda. -repetía con desesperación y tristeza.
Esto me estaba devastando.
Era algo que no sabía si podría manejar.
Por un momento me olvide de ello, y me sentí protegida en sus brazos pero a la vez distante.
Dentro de mi estaba ocurriendo un maremoto de emociones, no sabía que hacer, tenía muchos sentimientos encontrados.
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Mientrastantoencasa...
Eliud...
11:20PM
Vaya vaya, el monstruo tiene agallas, mira que falta poco para las doce y aún no llega.
Estaba viendo televisión en la sala de estar, y en eso se abre la puerta. Pensé que era el monstruo ese, pero era papá. Se le veía cansando y venía del trabajo.
-¿Día difícil? -dije mirando lo abatido que lucia.
-No tienes idea hijo- dijo poniendo su maletín en la mesa.
-¿Y tú madre, y los demás? -dijo echándose en el mueble junto a mi.
-Está bien, pero bien enojada con Melinda, que aún no llega. Y Alana ya está dormida.
-Sa, ya se le pasará, Melinda debe de estar con sus amigas estudiando -dijo mi papá sin preocupación alguna.
-Está con Jack -dije mientras cambiaba de canal la televisión, estaba buscando el juego de béisbol.
Mi papá se sobresalto. -¡¿Con ese chiquillo?!
-Sí, creo que es su novio o algo así -le dije, aunque no estaba seguro de aquello.
-¿Pero qué se cree esta niña? en la calle a estas horas, cuando llegué ¡me va a escuchar!- dijo dirigiéndose a su habitación.
¿Se fijaron? El problema no es que ella esté en la calle a estas horas, el problema es con quien esté, y por lo visto, a mis padres no le agradaban para nada Jack.
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Melinda...
Estábamos sentados en una banca del parque, yo estaba tratando de convencer a Jack de que asistiera a la audición, aunque me sentía un poco triste y trate de disimularlo al darle ánimos.
-Ya te dije que no Melinda, no iré.
Me enoje con él -¿Qué no irás? Ay pero que terco eres, ¡tienes que ir Jack!
