70. Consecuencias

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NA: Me ha quedado un poco largo el último capítulo pero no veo forma de cortarlo y que quede bien :( Espero que les guste el final y muchas gracias a todos por haber llegado hasta aquí y acompañarme en este viaje. Abrazos virtuales para todos!!! No se olviden de leer el Epílogo.

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En las películas, luego del triunfo de una batalla, las imágenes saltan directamente a los festejos obviando las partes realmente desagradables y que quitan parte del dulce sabor de la victoria. Primero que nada estaban los miles de cadáveres, sangre y desastre general que cubría el campo de batalla. La tarea de limpieza era una tediosa y extremadamente asquerosa. Los cuerpos no podían dejarse al sol durante horas tanto por el olor como por las pestes que podrían generar. El hedor ya de por si era insoportable, rancio y putrefacto, por lo que las cuadrillas para remover a los cadáveres y limpiar el alrededor no tardó en organizarse.

Gigantes piras de fuego habían sido creadas para quemar los cuerpos en masa, era más sencillo y rápido que enterrarlos a todos. El olor a podrido y suciedad se transformó en olor a carne quemada y humo que hicieron revolver el estómago de Alina, quién vació su estómago varias veces hasta que ya no tenía nada dentro de él. De todas formas, sus arcadas siguieron durante un largo rato. El festejo de los soldados era efusivo, pero ocultaba también el luto por los seres queridos que habían perecido en el enfrentamiento.

Emir fue velado por aquellos que lo querían, incluso cuando les dio la espalda, en una ceremonia privada sin la presencia de Mayra quien aún se encontraba recuperándose.

No pienses en ella, se recordaba Alina cada tanto.

Algunos demonios huyeron por las cavernas o las montañas, pero otros se rindieron pidiendo clemencia y asegurando que al desaparecer la sombra su oscuridad se había disipado. Era extremadamente conveniente la existencia de una Maestra del alma para determinar la veracidad de las afirmaciones de los prisioneros, por lo que Alina tenía unos días agotadores ayudando al concejo de guerra a realizar justicia.

Aquellos cuyo vínculo había desaparecido, eran dejados en libertad, aunque vivirían una existencia miserable siendo marginados como traidores. Los que aún tenían un desbalance oscuro en su alma eran retenidos y tratados como prisioneros; Alina prefirió no saber cuál sería su pena.

Luego de despertar en una carpa con un montón de logianos revoloteando a su alrededor insistiendo que descansara, Alina había salido a buscar explicaciones por el campamento. Lo primero que había hecho era preguntar por Mayra, con un mal presentimiento retorciéndole las entrañas...

No, no pienses en Mayra, repetía mentalmente Alina seguido.

No quería recordar lo que había provocado con el uso de su poder, ni la mirada de su amiga cuando la había ido a visitar por primera vez.

La siguiente noticia venía de la mano de Saladín, a quién se le hizo un hermoso servicio funeral con todos los pueblos alabando su coraje y compromiso en asombrosas muestras de respeto. Todos coincidían que si no hubiese sido por su entrega a la causa en la creación de los cetros, la batalla hubiese estado perdida y la sombra habría ganado.

El gran Maestro había balanceado y unido los cetros con el poder de las formas, pero también había vinculado su propia vida con ellos a través de los misteriosos saquitos que colgaban de cada uno. Cuando se rompieron, logró reformarlos a costa de su energía vital.

Misael parecía haber envejecido una década desde entonces. Caminaba encorvado y sin fuerzas, perdiendo el foco de la vista seguido y sin ánimos de darle sermones a nadie. Incluso parecía que su memoria había empezado a fallar, como si ya no le interesara lo que pasaba en el mundo.

Maestra del AlmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora