Zayn había dejado su maleta fuera así que mantuve la puerta de entrada abierta mientras salía a por ella.
Romper con Harry, estudiar para los exámenes finales, trabajar una abarrotada noche en el restaurante y llevarme un susto de muerte me estaba pasando factura. Repentinamente, me encontraba más cansada que en los últimos seis meses. Una vez que dejará a Zayn en la habitación de Louis –compañero de habitación de Harry-, yo me arrastraría hasta mi cama hasta la mañana siguiente.
Zayn volvió a entrar, pisando fuerte y frotándose las manos.
―¡Dios! Hace un frío horrible.
No quería quitarle las ganas de hablar, porque amaba como sonaba cada palabra que salía de sus labios, me encantaba oír aquel acento tan sexy, pero puse un dedo partiendo mi boca.
―No grites. Debemos hacer silencio por toda esa cosa de que no se autorizan personas en el dormitorio después de las diez. Algo me dice que Harry no le contó al monitor lo del intercambio.
―Lo siento―Se disculpó Zayn, bajando la voz. Luego cerró la puerta con suma cautela.
―Sígueme―Le ordené―Pero sin hacer ruido. Como nos pillen se nos caerá una buena a los dos―Y lo escolté hacia las escaleras.
Cuando estuvimos en la segunda planta, lo dirigí por el pasillo hacía el apartamento de Harry. Me arrodillé y miré bajo la puerta. Las luces todavía estaban encendidas y podía oír sonidos metálicos, como los sonidos de los efectos especiales de una película de ciencia ficción o de un videojuego. La cual cosa solo significaba que Louis seguía despierto. Me puse de pie, le sonreí a Zayn y le di una señal de aprobación. Me sonrió de vuelta. Todo iba a estar bien. Y mañana, Louis podría lidiar para conseguir la aprobación requerida y cualquier otro problema que pudiera surgir.
Golpeé la puerta con los nudillos y esperamos. Escuché como arrastraban los pies. Le di a Zayn otra sonrisa tonta y toqué otra vez, un poco más fuerte.
Louis abrió y el abrumador aroma varonil que desprendía el chico flotó en el aire hacia el pasillo. Era un olor demasiado tentador.
―Hola Louis―Dije―Este es Zayn―Me hice a un lado para que lo viera―Estoy segura de que Harry te habló sobre él. ¿Me equivoco?
Louis enarcó una ceja y miró al moreno que se alzaba a mi lado.
―Sí, te equivocas―Contestó después.
―¿Intercambio de sofás?―Incité, tratando de hacerlo recordar.
―¿Es una pregunta?―Preguntó él.
―Ay, Dios…―Me llevé una mano a la cabeza―Creí que Harry te habría mencionado algo de Zayn. Viene de Pakistán.
Louis sonrió.
―No, pero es asombroso―Miró a Zayn―Harry acaba de irse hacía allí. ¿Qué casualidad, no?
―Esa es la razón por la que estamos aquí―Le informé―Harry le dijo a Zayn que podía quedarse en su sofá.
La sonrisa de Louis desapareció como la nieve en verano
―No puede ser, ____. Harry no me dijo eso.
Y lo dijo como si yo fuera la culpable y responsable de aquella situación caótica. Entonces abrió un poco más la puerta y pude ver a los chicos sentados en el piso.
