Capítulo 70

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―Estoy nerviosa, Zayn.

―No lo estés. No va a ocurrirte nada―Bromeó―. Sólo son mis padres, mi familia.

Aún así, ____ tenía la sensación de que las cosas no irían tan bien como ella había imaginado. No podía sacarse de la cabeza la conversación telefónica que Zayn y su madre habían tenido meses antes, cuando él había decidido quedarse en Inglaterra en vez de marcharse de vuelta a su país para estar de nuevo con su familia.

―¿Qué pasa si no les gustó―Preguntó ____ con preocupación.

―Les gustarás―Afirmó él sin darle mucha importancia.

―¿Tú crees?

Zayn ladeó la cabeza y la miró.

―No te pongas paranoica, ¿de acuerdo?

―Entonces no me mientas y dime la verdad―Replicó ella.

―¡Te estoy diciendo la verdad! ―Él casi rió al ver la actitud de ___. ¿Todas las chicas eran igual a la hora de conocer a los padres del novio? Dios, aquella situación le parecía muy estúpida, pero graciosa a la vez.

―¿Y qué hay de la conversación que mantuviste con tu madre hace meses?

En ese momento, Zayn se detuvo y se paró frente a ella mirándola fijamente.

―No me digas que estás nerviosa por eso.

―Pues… ¡Sí! No sé que pensar. Después de lo que escuché…

Cariño, mira―Zayn la cogió de las manos para tranquilizarla―, nada va a…

No trates de calmarme con mentiras, ¿vale? Sé que aquí hay costumbres diferentes y que en algunas zonas de Pakistán obligan a las mujeres a casarse a la fuerza con hombres mucho más mayores que ellas.

¿Crees que mis padres me van a obligar a casarme con otra chica a la que ni siquiera conozco? ¿Qué no les vas a gustar porque ellos no han sido los primeros en darte el visto bueno?

Ella se encogió de hombros.

Zayn lo interpretó como un sí.

Le rodeó los hombros con un brazo y la atrajo hacia sí.

Olvídate de lo que puedan pensar o decir mis padres. Yo solo te quiero a ti―Le susurró―, y voy a estar contigo todo el tiempo que tú me permitas.

Veinte minutos después, el taxi dejaba a Zayn y a ___ frente a una casa de muros blancos y algo desgastados y de varias plantas. Era un estilo que ella no había visto antes, pero le gustó.

Respiró hondo y trató de pensar en los lugares que visitaría al día siguiente con Zayn. No entendía porque estaba tan nerviosa. En realidad no era para tanto. Solo iba a conocer a sus padres, y lo que ellos pensaran no tenía que importarle. Era Zayn el que debía preocuparse por ella y quererla, y ya lo hacía. Se suponía que no había otra cosa en el mundo que importara.

Zayn sacó un pequeño manojo de llaves del bolsillo y abrió la puerta tras introducir la llave en la ranura de hierro. Aferrándose a su mano como si fuera a morirse si lo soltaba, ____ entró tras él en el interior de la casa, y al momento vio a cinco personas paradas en el centro de salón.

Los padres de Zayn, su hermana, y sus abuelos. Todos ellos mirándolos ambos con una expresión no muy agradable, excepto su hermana, quien sonreía descaradamente.

La chica, con exuberantes pechos y delgadas piernas, se hizo a un lado, revelando a otra chica más pequeñita y delgada tras ella.

____ se temió lo peor.

Que alegría volver a verte, hermanito―Chilló la chica que le había roto el corazón a Harry―. Te estábamos esperando. Sobretodo ella―Le rodeó los hombros a la indefensa chica que había tras ella. No debía tener más de quince años―; tu futura esposa.

Intercambio de SofásDonde viven las historias. Descúbrelo ahora