Capítulo 58

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Abrí la puerta del departamento y dejé a Hamlet en el suelo para que corriera hacia la habitación y se escondiera entre las mantitas y los cojines de su cesta. Fuera hacía frío, las calles estaban cubiertas por una ligera capa de nieve y él había empezado a temblar después de que dejáramos a Harry solo en los jardines de la residencia. Pero ahora no quería pensar más en él. Harry era un tema olvidado. Lo único que me apetecía era cambiarme de ropa, meterme en la cama y esconderme entre las sábanas. Zayn estaba con Louis y no sabía cuánto tardaría en regresar. Tanto me daba. Cuando llegase yo ya estaría complemente dormida.

Le di las buenas noches  Hamlet cuando pase por su lado, le acaricié la cabecita y luego me subí en la cama, gateando hasta meterme dentro de las sabanas. Acomodé la cabeza en el cojín y cerré los ojos.

No sé si pasó un minuto o si pasaron diez, pero sé que más pronto de lo que creía, la puerta del piso se abrió y Zayn irrumpió en el interior. Las luces estaban apagadas, así que supe él cuando me llamó en un susurro.

Dejó las llaves, la cartera y el móvil encima de la mesa que había en el salón y se adentró por el pasillo en plena oscuridad hasta la habitación.

¿Estás dormida?―Susurró mientras con los ojos entreabiertos veía como se quitaba la camiseta a los pies de la cama.

―Casi…―Murmuré en un tono de voz casi inaudible.

Cinco segundos después, se deshizo de sus pantalones y gateó por la cama en bóxers hasta colocarse sobre mí. Empezó a reírse y me besó la coronilla.

―Zayn, tengo sueño. En serio…

―Ya lo sé. Perdona. ―Se dejó caer a mi lado y se cubrió con las sabanas tanto como pudo. ―¿Vienes? ―Abrió los brazos y me tentó a dormir con la cabeza en su pecho desnudo.

Me removí en el colchón y con una sonrisa me recosté en él, empezando a escuchar los lentos y pacíficos latidos de su corazón.

―Tengo que preguntarte algo―Susurró a continuación.

―¿Ah, sí? ―Alcé la barbilla para mirarlo.―¿El qué?

―¿Te gustaría…? ¿Te gustaría venir a Paquistán? Quiero decir, venir conmigo cuando regresara, porque algún día tengo que regresar, y lo sabes. Toda mi familia está allí.

―Sí, lo sé, pero…―La idea en sí me gustaba, pero había asuntos que zanjar antes de marcharme―Tengo que terminar este curso universitario.

―Podríamos ir las próximas vacaciones. ―Dijo él―Mis padres tienen una casa bastante grande allí y yo sería tú guía turístico. Te llevaría a todas partes, a donde tu quisieses.

―¿En serio?

―¡Sí! ―Casi rió―Serás la invitada y yo seré tu esclavo.

―Mm… ¿Esclavo?

―Sí, podrás hacerme todo lo que quieras―Murmuró en tono pícaro. Noté sus manos en mi cintura apretándome contra su cuerpo.

Entonces me encantará ir a Paquistan―Levanté la cabeza y busqué sus labios en la oscuridad.

Lo besé en la boca, dándole un pequeño pero tierno beso y luego volví a recostarme en su pecho.

―¿Hamlet está aquí o lo has perdido?

―¡Oye! ―Le golpeé el pecho―No soy tan mala madre…―Refunfuñé después. ―Está en su cestita. Debe de estar dormido como un lirón. Se ha pasado toda la tarde revolcándose en el jardín. ―Tuve el ligero impulso de decirle que había estado con Harry, pero preferí eludir la historia y no contarle ninguno de los detalles de nuestra conversación. No quería mencionar  a Harry ni una sola vez más. Al menos en lo que quedaba de semana. Ahora que Zayn me había invitado a su país, lo mejor que podía hacer era seguir con una sonrisa en el rostro y aguantar hasta las próximas vacaciones. Todo era así de simple.

…O al menos lo parecía.

Zayn nos arropó mejor con las sábanas, me besó la coronilla y me abrazó fuerte. Después de eso nos quedamos completamente dormidos.

Intercambio de SofásDonde viven las historias. Descúbrelo ahora