―No quería discutir contigo…―Murmuró sobre mis labios―No quiero volver a hacerlo.
―Hemos llegado demasiado lejos con esto sin siquiera conocernos lo suficiente―Le contesté con mis manos sobre su pecho.
Había tratado de quitarle la camiseta y de desabrocharle el botón de los pantalones minutos antes, pero él me había parado y cuando yo había querido apartarme, decepcionada, él había mantenido sus manos rodeando mi cintura y me había obligado a quedarme sobre él, mirándole a los ojos.
―¿A qué te refieres? ―Su voz tembló y miró mis labios, pasando el pulgar por ellos―Sabes lo que siento por ti, ____, y eso es lo importante.
―Pero la realidad es que tú apenas sabes algo de mí y yo apenas se algo de ti. ¿Qué más tengo que saber aparte de que fumas?
Zayn dejó escapar todo el aire que había estado acumulando en los pulmones y cerró los ojos por un momento.
―No soy un adicto al tabaco, ¿vale? Pero fumo, sí, ya lo has visto―Reconoció―Soy un chico activo, al que le gusta estar en forma. Me encanta cantar y bailar, conocer y probar cosas nuevas, soy abierto y me considero bastante maduro. Suelo ser demasiado protector y cuando tengo novia puedo ser el chico más perfecto que hayas conocido jamás―Me acarició el cabello mientras me miraba a los ojos―Puedo prometerle a mi novia que nunca voy a hacer algo que pueda molestarla, solo hace falta que me lo diga y lo solucionaré. No suelo ser celoso pero aún así me gusta pasar las veinticuatro horas del día con ella. ¿Y sabes que es lo más importante de todo esto?
―¿Qué? ―Me dio un golpecito con el dedo en la punta de la nariz.
―Que te quiero, y si te quiero significa que te conozco lo suficiente como para saber que ahora y más adelante quiero estar contigo, compartiendo cada instante entre risas, abrazos y besos.
Sus ojos brillaban y me miraban como si estuvieran bailando. Alegres y cargados de sinceridad. No podía ser cierto que hubiese encontrado un chico como él.
Era cierto que apenas nos conocíamos, que habían pasado tres semanas desde que nos habíamos visto por primera vez e incluso ya habíamos llegado a extremos como compartir la intimidad que es convertirse los dos en uno, pero ahí estaba la prueba, y según Zayn, lo más importante de todo: Nos queríamos, y eso era suficiente para que continuáramos con nuestra relación a pesar de todo.
Sentía que me había olvidado de Harry por completo, que aquellas tres semanas alejada de él me habían ayudado a alejarlo de mi vida y de mi cabeza pero a veces dudaba y me confundía pensando en lo que había sido nuestra relación, en lo que se había basado.
La primera vez que vi a Harry ni siquiera me fijé en él, luego poco a poco fuimos conociéndonos, cuando me ayudó a desempacar las cosas del coche de mis padres fue cuando realmente puse los ojos en él con algo más que una simple mirada ignorante. Sentí que mi corazón daba un vuelco y luego nos besamos, me pidió que fuera su novia y empezamos a salir. Compartimos momentos muy bonitos y creo que en el fondo, a pesar de las cosas que me había llegado a decir algún día Harry, él era bastante tímido y cerrado. Si yo hubiera puesto algo de insistencia y lo hubiese ayudado quizás hubiese conseguido sacar a un Harry tan romántico como lo llegaba a ser Zayn.
Pero ahora no quería pensar en él y en lo lejos que podría haber llegado nuestra relación. Ahora estaba con Zayn y quería estar con él para siempre, porque fue él quien hizo latir mi corazón a altas velocidades, quien me causó mariposas en el estómago y quien me distrajo de mis estudios.
―¿Vas a dejar que está relación siga en pie, ____?―Zayn me sacó de mis pensamientos con la mirada fija en mí y media sonrisa curvando sus labios.
―Sí, por supuesto―Contesté―Quiero que esta relación siga en pie hasta que todos los edificios del mundo se derrumben.
―Bien. Entonces, ¿puedo besar ya a mi novia?
―Siempre…―Susurré de camino a su boca.
Mis labios se fundieron con los suyos, derritiéndolos como un copo de nieve hundiéndose en la lava de un volcán.
