― ¡Súbete más la falda!―Gritó Steph.
― ¡No!―Le contesté― ¿De qué pretendes vestirme? No soy una…
― ¿Y así pretendes seducir a Zayn? Te pareces a Giselle, una monja. ―Soltó una carcajada en cuanto vio a Giselle salir de la habitación y antes de que pudiera protegerse, le dio un golpe en el hombro con un libro de ciencias.
―Idiota―Le recriminó Giselle, lanzándole una mirada mordaz.
―Seré idiota, pero al menos tengo buenas tetas…
―No empecemos, chicas―Murmuré yo, viendo como Steph comenzaba a hacer mella de su orgullo ante una Giselle que poco ponía de su parte para soportarla.
―Eso díselo a Stephanie. ―Refunfuñó Giselle mientras se dejaba caer en el sofá y abría el libro por la página noventa y dos.
Salí de mi cuarto. Llevaba una falda aireada de color blanco y una camiseta lisa de color rosa fosforito que dejaba uno de mis hombros al descubierto. Giselle había sido la que se había encargado de peinarme. Me había alisado todo el cabello y me había colocado un diminuto hibisco a un lado, recogiéndome varios mechones de cabello que caían por mi rostro. Steph había insistido en ponerme algo más provocativo, pero yo me opuse. Nunca me había gustado llamar demasiado la atención y Steph estaba en contra de eso. A ella le gustaba ser el punto de mirar de cualquier lugar al que fuese, por eso llevaba una falda que no le cubría más que el trasero y una camisa con un escote que apenas le ocultaba algo.
―Deberías venir―Le dije a Giselle, plantándome frente a ella con una mano a lado y lado de mi cintura.
―Ya he dicho que no―Contestó ella sin levantar la vista del libro.
―Giselle, nos lo vamos a pasar genial. Va a ser una fiesta increíble. Deberías salir y divertirte un rato con nosotras.
―No―Volvió a negar―Lo único que voy a hacer si voy es quedarme sola. Tú te irás con Zayn y Steph encontrará a cinco tíos con los que largarse a vete a saber dónde nada más poner un pie dentro del local.
―Sabes que eso no pasará―Le reproché.
Entonces levantó la mirada y me miró a través de sus gafas.
―Oh, claro que pasará, ___, y lo sabes. Steph tiene pensado hacer eso desde el día en que nació.
―Bueno… Quizá Steph si, pero yo no voy a estar todo el tiempo con Zayn. Eres mi amiga, no voy a…
―___, no insistas más. De verdad. Sabes que no me gustan las fiestas.
Suspiré.
― ¿No hay manera de que te convenza?
―No―Contestó con gracia.
―Está bien…―Finalmente me rendí. Justo entonces, mi móvil empezó a sonar. Me acerqué a la mesa del salón, donde lo había dejado aquella mañana, y contesté.― ¿Hola?
― ¿Cariño? Soy Zayn.
― ¡Hola, Zayn!―Grité con emoción. Habían pasado dos días desde la última vez que nos habíamos visto. Habíamos ido a comer una pizza y después habíamos pasado la tarde paseando por las calles más transitadas de la ciudad. Desde entonces, no lo había vuelto a ver. Yo había estado ocupada con los preparativos para el inicio de las clases y él se había ido con Louis a hacer algunas visitas turísticas por Londres. Me habría gustado acompañarlo, pero no podía atrasar más el tema de la universidad. ―¿Vas a venir a buscarme ya? ―Pregunté, pues habíamos quedado en que me esperaría fuera de la residencia para ir juntos a la fiesta.
―Em… No. ―Contestó―Para eso te llamo. He estado con Louis en Tonbridge y aún no hemos regresado al departamento. Tenemos que cambiarnos y aún tardaremos un rato, así que llegaremos un poco tarde a la fiesta.
―Oh, no pasa nada. Te espero.
―No, no. Ves yendo con Stephanie. Disfruta de la fiesta. Yo llegaré después, ¿vale?
―Pero…
―En cuanto llegue me encargaré de buscarte.
―Vale… Sí, vale―Sonreí―Pues nos vemos allí.
―Bien. Te veo en un rato, preciosa. ―Y colgó.
―¡Lo sabía! ―Gritó Stephanie, saliendo del baño―No va a venir a buscarte, así que tú y yo nos vamos ya a la fiesta. ¿Preparada?
― ¡Sí! ―Me agarré a su brazo, nos despedimos de Giselle y salimos del piso para encaminarnos hacia la velada.