No había planeado pasar el resto de la tarde cocinando, pero estábamos Zayn y yo solos así que no tuvimos otro remedio. Estuvimos haciendo brownies y una tarta. Por suerte, no manchamos más de la cuenta y apenas tuvimos que limpiar.
Zayn cogió uno de los brownies y se sentó en el sofá.
―¿Tienes hambre?―Le pregunté, viendo como devoraba la pieza de chocolate.
―Mm, no. ¿Pero porque esperar? Te han quedado buenísimos.
―Nos han―Le corregí―Los hemos hecho entre los dos―Me senté a su lado.
―Bueno, tú tienes más experiencia en la cocina, supongo.
Cortó un pedazo de brownie y me lo ofreció. Abrí la boca y lo metió en ella. Sonreímos. En ese momento supe que comer algo lleno de chocolate era el doble de dulce si lo compartías con un chico.
―¿Qué opinas?―Zayn se había quedado observando mis labios mientras masticaba con lentitud―Espera, tienes…―Tragué y me quedé paralizada cuando uno de sus dedos se colocó sobre mi labio inferior, lo pasó con cuidado y sentí que iba a desfallecer en cosa de segundos―Ya está―Y mi mirada volvió a chocar contra la suya cuando dejó de mirar mi boca.
Quizás había llegado el momento en que tenía que hablar con Zayn sobre lo que estaba pasando entre nosotros. No sería bueno esperar mucho más. Debía dejarlo todo claro antes de que se marchase.
―Zayn…―Bajé la mirada y cogí una de sus manos. Él bajó también la cabeza y observó como mis dedos acariciaban el torso fibrado de su mano―Yo… Creo que…
―Mm… Algo huele bien aquí―Era la voz de la monitora.
Casi salté de mi piel cuando entró en el depa. Se me había olvidado cerrar la puerta. Y luego me tranquilicé al pensar que a esa hora aún podía haber chicos en el dormitorio pero recé para que lo ignorara.
―¿Quieres uno?―Pregunté, levantándome.
―No, gracias. No tengo mucha hambre―Entonces congeló su afilada mirada sobre Zayn―A ti te he visto un par de veces por aquí, ¿verdad?
¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Dónde? ¿Había estado espiándonos?
―Sí, eso creo―Contestó él.
―Seguro que ____ no te ha hablado de mí―Se acercó a él―Soy Susan, la monitora de la residencia.
Le extendió la mano como un político. Zayn le dio un rápido apretón y deseó que no tuviera ningún tipo de habilidad psíquica como para averiguar que estaba pensando en aquellos momentos, porque la odiaba.
―Zayn Malik―Se presentó.
―No tienes acento de aquí, ¿de dónde eres?
―Paquistán―Respondió.
―¿Y dónde te estás quedando?
―Am… Con un amigo―Mintió.
―Bien―Opinó―Bueno, disfruta de tu visita―Y volvió a salir del departamento. Corrí a toda velocidad y cerré la puerta. Bufé.
―Por los pelos.
Él rió. Y mi móvil comenzó a sonar. Lo saqué del bolsillo y no reconocí el numero que había en la pantalla. Era raro, no era de Inglaterra, y entonces supe que procedía de Paquistán: Harry.
Me quedé pensativa un buen rato.
―¿Vas a contestar?―Me interrumpió Zayn.
―Oh, sí. Claro―Tragué―¿Hola?
―Hola, ____. ¿Estás ocupada?
―Eh, no. No. ¿Qué ocurre?
―He estado pensando…
―¿En qué?
En ese momento sentí que el final de la relación que inicié con él en un pasado estaba a punto de terminar.
―En tú y yo.
―¿Qué… has pensado?
Él suspiró. Un suspiro que yo ya conocía.
―Creo que… Me gusta otra chica.
Y quizás debería haberme puesto a llorar porque a cualquier chica en su caso se le habría roto el corazón pero sentí la mano de Zayn acariciando mi espalda e incluso llegué a sonreír.
―Wow. ¿Quién?
―La hermana de Zayn. Sé que es raro y que apenas la conozco de hace una semana pero… No sé. Yo…
―Harry, tranquilo. Está bien. Nosotros hemos terminado.
Después de eso, hablamos como por un minuto más. Escuché la voz femenina de la hermana de Zayn tras el teléfono. La conocí. Hablé con ella unos cinco minutos y aclaramos cosas. Luego estuvo hablando con Zayn mientras yo metía la comida en bolsas para llevarla a la fiesta.
Me eché el cabello hacía atrás cuando sentí a Zayn acercarse detrás de mí y cogerme suavemente de la cintura. No lo había oído despedirse de su hermana.
―¿Estás bien?―Me preguntó en el oído. Me estremecí, y supe que si me giraba en ese momento acabaríamos besándonos.
Asentí con la cabeza.
―¿Quieres hablar?
Negué con la cabeza.
―¿Aún quieres ir a la fiesta?
Me deslicé a un lado y me giré cuando ya no tenía a Zayn con sus manos sobre mi cuerpo. Forcé una sonrisa.
―Sí. Un poco de diversión me ayudará a alejarme de todo esto.
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