Capítulo 65

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El ardor en la mejilla empezó en una zona localizada. Luego se extendió por casi todo su rostro. No obstante, no era aquello lo que había sorprendido más a Harry, sino lo que ___ acababa de decir y el hecho de que ella estuviese llorando y, aparentemente, con el corazón en las manos, hecho pedazos.

Estaba borracha. No había que ser muy inteligente para darse cuenta de eso, pero según decían, cuando alguien andaba borracho, era cuando más sinceras eran las palabras que salían por su boca.

Y obviamente, Harry no podía dejar de pensar en que quizá y probablemente, ____ estaba diciendo la verdad.

Sin perder un solo minuto más de su tiempo, agarró a ___ de la muñeca y tiró de ella hacia la salida del antro.

―Nos vamos.

No le importó que la gente de su alrededor los mirase ni murmurara cosas sin sentido entre dientes. Tenía que sacar a ___ de allí, hacerla volver en sí y tener con ella aquella charla que realmente deberían haber tenido cuando él había vuelto de Paquistán, pero esta vez, era ___ quien debía ser sincera con él y contarle todo lo que realmente sentía.

Tenían una conversación pendiente demasiado larga.

Suéltame, Harry. Me haces daño―Lloriqueó la chica.

―Apenas estoy haciendo fuerza―Replicó él―¿Y tú puedes abofetearme y yo ni siquiera puedo **** de la muñeca?

Ella se quedó muda, con los ojos llenos de lágrimas y mirándolo fijamente. No sabía a dónde mirar. Quería perder la mirada en cualquier parte, pero los ojos de Harry la retenían allí, con él, pérdida en sus océanos azules.

―Suéltame, Harry…―Volvió a susurrar, esta vez haciendo que a Harry le temblaran las rodillas. ___ estaba suplicándole con una voz tierna y destrozada que le puso la piel de gallina. Quiso abrazarla y decirle lo mucho que quería protegerla, que jamás sería capaz de hacerle daño, pero en aquel estado no creía que a la mañana siguiente ___ recordara nada de lo que había sucedido.

―Voy a llevarte a casa, ____.―Su voz dejó de ser intensa y molesta, le contestó suavemente y luego le tendió la mano.

Ella dudó antes de ceder y agarrarla. Se pasó la mano por los ojos y siguió a Harry hasta la salida del local sin saber realmente hacia donde iba.

Cinco minutos más tarde, Harry arrancó el motor de su coche y se alejó del pabellón donde se celebraba la fiesta. No había necesidad de ir en coche hasta allí, de hecho, aquel lugar estaba a no más de veinte minutos de la residencia y se podía ir andando perfectamente sin problema alguno, aún así, Harry no tenía previsto llevar de vuelta a ___ a su apartamento tan rápido. Necesitaba hablar con ella y sabía que si Zayn descubría donde estaban, se lo iba a impedir por todos los medios posibles.

―¿A dónde estamos yendo? ―Preguntó ___ al cabo de un rato, cuando vio que se alejaban de la ciudad por una carretera rodeada de bosques y campo. Se irguió en el asiento y miró por la ventana con curiosidad frunciendo el entrecejo.

―A un lugar donde podamos hablar tranquilos.

―¿Qué? ―___ se ladeó para poder mirarlo―¿Hablar? ¿De qué quieres hablar? Llévame a casa, Harry.

―___, necesitamos hablar―Repitió―Te lo digo en serio.

―Tú y yo no tenemos nada de lo que hablar. Creo que lo dejamos todo claro entre nosotros cuando regresaste de Paquistán.

Intercambio de SofásDonde viven las historias. Descúbrelo ahora