Capítulo 22

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En cuanto llegué a la habitación todo parecía tan distinto… Estaba tan callada, tan aburrida y disminuida…

Coloqué las flores en un jarrón y sonreí pensando en lo perfecto que era Zayn y en el podrido final en que había terminado todo entre nosotros. Incluso dudaba de si había empezado algo. Solo habían sido besos, caricias… Y palabras demasiado profundas. Pero nunca llegó a haber un “Te quiero”, “Estoy enamorado de ti” o “Te amo”, por lo tanto, todo quedaba resumido a un lío.

Sí, eso era. Un lío.

Caminé hasta mi habitación y tiré la chaqueta sobre la cama. Me dirigí al escritorio y me detuve.

Había una pila de papeles que no habían estado allí en el momento en que salí por la mañana. En la parte superior había una nota.

                                "Espero que esto te ayude a compensar el tiempo que perdiste conmigo.

                                                                                   Z."

Volé a través de las páginas con un nudo en la garganta. Eran copias de documentos que tenía que investigar para mi trabajo. Por lo menos cuatro horas de datos recogidos, impresos y apilados cuidadosamente sobre el escritorio. Todo lo que tenía que hacer era leerlos. No tenía que buscarlos.

Segundos después me di cuenta de algo más que Zayn había dejado. Una imagen en la que aparecíamos los dos. En el fondo unas montañas con nieve y árboles. Era la imagen que Lorena había tomado el día que fuimos a esquiar, justo antes de bajar por la montaña. Esa en la que yo aparecía con cara de tonta porque creí que Zayn iba a besarme. Se me encogió el estomago.

                                                                                    ●●●

Unas horas más tarde, con mi trabajo de investigación terminado en tiempo record y enviado a mi profesor por correo electrónico, cogí del escritorio mi horario semanal, con todo lo que tenía que hacer. Y de un momento a otro lo había roto por la mitad, despedazándolo. Y fue directo a la basura.

Después me di una ducha caliente para relajarme. Al salir me maquillé un poco. Tampoco mucho pero suficiente. No es que pensara que Zayn se fijara mucho en eso pero desde que lo había conocido solo habíamos estado en la nieve y pasando el rato. No había hecho nada para verme más atractiva, pero esta noche tenía que hacerlo. Tenía que hacerlo si iba a tener una –la última y definitiva- conversación con Zayn.

Me cepillé el pelo y lo deje caer sobre mis hombros.

Luego saqué la ropa del armario. Me puse una falda que no sabía desde cuando estaba en mi armario, un jersey de algodón blanco y unas mayas y botitas negras de tacón. Estaba poniendo en peligro mis tobillos pero quería verme sexy. Tal y como era Zayn. Solo por una vez quería que me viera de esa manera. Si todo terminaba aquella noche quería que se llevara un buen recuerdo de mí.

                                                                                    ●●●

Eran las ocho y media cuando entré por la puerta trasera del restaurante. Colgué mi chaqueta en el perchero antes de hacer mi camino a la cocina. Aquella noche la tenía libre, en cambio, Zayn no, por lo tanto, debía estar allí, en alguna parte.

―Oye―Dijo Lorena―¿Qué haces tú aquí? Creí que tenías libre y…―Me recorrió con la mirada―¿Te casas?

Intercambio de SofásDonde viven las historias. Descúbrelo ahora