Capítulo 40

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Había pasado una hora desde que Zayn se había encerrado en la habitación con Hamlet y desde que yo me había puesto a llorar irremediablemente en el sofá.

Ahora me daba cuenta de lo mucho que lo necesitaba, de lo mucho que lo amaba, de todo lo que él había causado en mí desde la primera vez que nos vimos, en el porche de la residencia. Estaría comportándome como una idiota redomada si permitía que una noche como aquella la pasáramos separados después de todo lo que habíamos planeado.

Él se había esforzado en preparar una cena lo más romántica posible para nada,  y yo me había comprado un conjunto de ropa interior de Victoria’s Secret para sorprenderle y compensarle por el precioso regalo que me había hecho él en Nochebuena. Decididamente, aquello no iba a fastidiarlo. Me metí en el baño y me quité la ropa para colocarme el sujetador y el tanga. Me sentí extraña, pues nunca antes había hecho aquello, vestirme de aquella manera para excitar a un chico. Con Harry nunca habíamos ido más allá de estar tendidos en la cama, uno sobre el otro, besándonos apasionadamente y sin camiseta. Entonces visualicé varias prendas de ropa de Zayn sobre un banquito de madera. Había un pantalón y varias camisetas con dibujos divertidos estampados en ella. No me lo pensé dos veces cuando cogí una de ellas y me la puse. Conocía bien el efecto que eso provocaba en Zayn. Había visto su mirada varias veces antes cuando me había puesto sus prendas para estar por casa. Se derretía.

Me solté el pelo para que cayera sobre mis hombros y me llené los pulmones de aire. Esperaba que Zayn no estuviera de malas o abatido lo suficiente como para rechazarme, quería demostrarle lo mucho que le quería, lo mucho que lo necesitaba y lo mucho que él significaba para mí. Quería pasar la noche con él y aprovechar cada minuto a su lado.

Salí del baño y enfilé el pasillo hasta la habitación. Me disponía a abrir la puerta cuando algo llamó mi atención: Zayn estaba hablando con alguien.

Intercambio de SofásDonde viven las historias. Descúbrelo ahora