Capítulo 6

221 9 0
                                    

―Así que a medida que una bola de nieve va rodando sobre una superficie nevada acumula nieve, nieve y más nieve―Dijo Zayn, con asombro. Parecía un crío. Me encantaba.

Lo había llevado a un parque cercano y le enseñé como crear las tres bolas de nieve que componían un muñeco. Había varias personas paseando a sus perros pero aparte de eso, aquel día estaba desierto. Los pequeños aún tenían varios días de clase antes de acabar.

―Sip―Contesté―¿Qué te parece? ¿Difícil?

―Para nada―Comenzó a acaparar un poco de nieve para comenzar a crear su propio muñeco.

―Puede que tenga una zanahoria de juguete en la maleta para utilizarla de nariz.

Zayn enarcó una ceja y me miró, haciendo una mueca bastante rara. Vi su expresión y reí.

―Louis, el chico que te presenté anoche, está obsesionado con las zanahorias. Hace tiempo me regaló una de juguete para que siempre tuviera algo que me recordara a él.

―Ah, vale. Ahora lo entiendo―Reprimió una risita.

―Y tengo pastillas para la garganta que podrían servir de ojos.

―Estupendo. Se verá magnifica.

―¿Magnifica?―Repetí.

―Sí, voy a hacer una muñeca de nieve.

―Mm. Interesante―Y me di la vuelta para coger algo de nieve cuando sentí que algo se estrellaba contra mi hombro. Era una bola. Fui girándome lentamente y le lancé una mirada dura a Zayn. El niño sonreía como si tuviera seis años.

―Siempre he querido hacer eso―Confesó, con triunfo.

 ―Deberías haber pensado un poco antes de hacer eso, Malik. Yo tengo muchas más experiencia en peleas de bolas de nieve…―Lo amenacé.

¡Splat!

Me lanzó otra bola sin tener en cuenta mi advertencia. Esta me dio en el estómago, cortando mis palabras. Zayn comenzó a saltar alzando los brazos como si acabara de ganar un duelo contra un boxeador.

―A ver, demuéstrame lo que sabes hacer, pequeña―Me tentó.

―¿Eso es lo que quieres, Zayn?―Él asintió, riendo―Okay…―Gruñí, bajo, apenas movía la boca, lo observaba con cuidado y advertencia.

Después de sus dos golpes no me sentiría culpable por usar mis habilidades en la lucha de bolas de nieve en su contra. Creé una bola en mi mano, apunté con cuidado y la lancé. Él fácilmente se deslizó a un lado y se echó a reír.

―¿Eso es lo único que puedes hacer?

Me incliné, preparándome para lanzar otra bola pero me percaté de que Zayn estaba haciendo lo mismo que yo y corrí a ocultarme detrás del muñeco de nieve que había creado minutos antes con tal de no recibir ningún golpe antes de tener yo preparadas mis bolas. Saqué la cabeza por un lado para verlo y recibí una bola en todo el hombro, otra en la cabeza.

El chico era listo. Se había preparado una para cada mano. Continuó riendo y yo saqué una de mis bolas y se la tiré en plena cara.

―¡Eh!

La siguiente le golpeó en el muslo izquierdo.

Preparé tres bolas más y las lancé antes de que fuera demasiado tarde, una detrás de otra.

Intercambio de SofásDonde viven las historias. Descúbrelo ahora