Capítulo 43

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{Narrador externo}

Zayn se revolvió entre las sabanas, estiró un brazo para poder abrazar a ___ y besarla, pero cuando se dio cuenta, abrió los ojos. ____ no estaba allí.

Se incorporó con el presentimiento de que algo no iba bien. Por supuesto que no iba bien. Él se marchaba en tres días y no había manera de que ____ lo aceptase. Miró el reloj que llevaba en la muñeca. Eran las nueve de la mañana. ¿Dónde estaba _____?

Se levantó de la cama, se puso los bóxers y salió al pasillo del apartamento. Escuchó a Hamlet bostezar desde el interior de la habitación y supo que ya se había puesto en pie y querría acción. Lo ignoró.

―¿_____?―Miró en la cocina y en el salón.

No había nadie. Luego se aseguró de que ____ no hubiese decidido irse a dormir a la habitación de Stephanie, pero allí tampoco estaba. Todo seguía en orden. Regresó a su cuarto y comprobó que la chaqueta de ___ había desaparecido, tampoco estaba su teléfono ni su cartera. Se había ido sin avisarle. Zayn tragó saliva. Cogió su móvil y marcó el número de ____ mientras miraba a Hamlet. Él estaba sentado sobre sus dos patas trasera y tenía la lengua fuera. Miraba a Zayn esperando a que le diera algo de comer.

―El número al que usted ha llamado se encuentra apagado o fuera de cobertura.

Zayn se pasó una mano por el cabello, molesto y preocupado. ¿Tanto le dolía a ____ que él se marchase como para largarse de buena mañana sin siquiera dejarle una nota?

A lo mejor solo había salido a hacer unas cuantas compras, pero el hecho de que tuviera el teléfono apagado, que no le hubiese dejado una nota y después de lo que sucedió anoche, a Zayn le quedaba más que claro que ____ se había marchado porque estaba con el corazón apunto de partírsele en millones de pedazos.

Antes de meterse en el baño, le puso la comida a Hamlet. Luego se dio una ducha y se cambió tan rápido como pudo. Ni siquiera desayunó. Salió de la residencia acompañado del perrito y se aseguró de que ___ no estuviese en el albergue donde solían desayunar los alumnos. Miró por encima de las pocas cabezas que había allí. ___ no se encontraba entre ellos. Dios varias vueltas alrededor de la residencia, así aprovechaba y paseaba a Hamlet. Se acercó al restaurante de Paul, pero fue en vano, pues hasta el día cinco permanecía cerrado por vacaciones.

Casi cuando se dio cuenta, ya era la hora de comer. Se había pasado toda la mañana buscando a ____ y no la había encontrado por ninguna parte. Volvió a sacarse el móvil del bolsillo del pantalón y volvió a marcar su número.

―Deberías contestar―Me sugirió Lorena desde el sofá.

Yo estaba sentada a la mesa con las manos sobre la cabeza y viendo como el teléfono vibraba y se movía sobre el trozo de madera a tropezones.

Aquella mañana me había levantado a las seis, y sin hacer ruido, me había cambiado y me había marchado, dejando a Zayn solo con Hamlet, durmiendo como un angelito, desnudo y enredado entre las sabanas y con los labios entreabiertos. Me habría gustado quedarme a su lado, abrazada a él, sintiendo sus manos rodeando mi cintura y los latidos de su corazón contra el mío, pero él se marchaba en tres días y yo… Yo necesitaba alejarme de sus besos y de sus caricias para acostumbrarme y meterme en la cabeza que el 5 de enero volvería a estar sola.

―No puedo…―Dije en un susurro y sin dejar de mirar la pantalla con el nombre de Zayn reflejado en ella.

―____, sabías que esto iba a pasar―Continuó Lorena, echándome en cara lo que estaba haciendo―Sabías desde un principio que tarde o temprano Zayn iba a marcharse. Debiste…

―¿Debí qué?―Levanté la mirada hacia Lorena, molesta―¿Tirármelo y hacer como si nada? ¿Tratarlo como a un simple chico que estaría aquí y con el que podría acostarme cada vez que quisiera hasta que se marchase? Eso es lo que tú querías que hiciese, ¿verdad? Y al final he acabado enamorada de él como una estúpiida. ―Fue decirlo y el corazón se le encogió. En aquellos momentos me arrepentía tanto de haberse enamorado de Zayn… Odiaba tanto a Harry por haber organizado tan mal aquel intercambio…

―___, nadie puede controlar los sentimientos―Lorena trató de tranquilizarme, pero no le sirvió en absoluto. Me picaban los ojos. Quería llorar, gritar, salir corriendo de allí y desaparecer para siempre. El amor era un asco―Por supuesto que no debiste enamorarte de él. Además, es el intercambio de Harry, ¿cómo crees que va a reaccionar él cuando descubra que os habéis enamorado y que habéis tenido sexo durante su ausencia?

―Harry no tiene nada que ver con esto, Lorena―No, no lo tenía. Lo único que había hecho él era  intercambiar sofá con Zayn. Que nos hubiéramos enamorado el paquistaní sexy y yo no tenía nada que ver. ―Y ni siquiera tiene porque enterarse. ―Continué después― Cuando él regrese, Zayn ya habrá salido de mi vida. Y si no recuerdo mal, hace unas semanas, Harry me llamo diciéndome que se había enamorado de la hermana de Zayn. ―¿Por qué al decirlo me sentí más dolida aún de lo que ya estaba?

―¿Qué?

―Sí, como oyes―Lorena no parecía dar crédito a lo que estaba sucediendo. Estaba sentada en el sofá, mirándome con unos ojos abiertos como platos―Así que si él tiene la cara de dejarme tirada por la hermana del chico del que estoy enamorada, me parece muy bien―Me parecía horrible, la verdad. Aún recuerdo como me sentí cuando me lo dijo. Pensé que me daría igual, pero ahora que estaba sucediendo todo esto, los sentimientos empezaban a mezclarse entre sí dentro de mi cabeza.

―No, no te parece bien. No seas así, ___. No te mientas a ti misma―Me replicó de nuevo Lorena, elevando el tono de voz. Me conocía demasiado bien como para saber cuándo me hacia la dura y cuando no―¿Qué vas a hacer?

―¿Qué voy a hacer de qué?

―Por favor…―Lorena rodó los ojos―Con Zayn.

―Necesito mentalizarme de que lo nuestro acabará en tres días…―Agaché la cabeza y empecé a tocar el móvil, en el cual aparecían tres llamadas perdidas en la pantalla, todas de la misma persona.

―¿Y vas a pasar de él los tres días que te quedan?

―Sí me tiro a llorar a sus brazos aún será peor y no hay manera de convencerlo para que se quede―Corroboré―¿Crees que no lo he hecho ya?

―No sabes lo que estás haciendo, ___. Te estás equivocando.

―¡Me equivoqué en cuanto le dije que le quería! ―Grité cuando una lágrima escapó de mis ojos―No tienes ni idea de cómo me siento, Lorena. No sabes lo que desearía poder regresar al pasado y borrarlo todo… Solo quiero desaparecer. ―Me llevé las manos a la cara y me escondí en ellas para llorar.

Lorena permaneció en silencio, mirándome con las facciones decaídas.

―Debe de estar muerto de preocupación, ____...―Dijo después, con suavidad―Al menos llámalo y dile que estás conmigo.

―No. Llámalo tú. ―Sollocé― No quiero oír su voz pidiéndome que regrese. Necesito acostumbrarme de nuevo a estar sin él.

―Está bien―Lorena se levantó del sofá con los labios apretados. No sabía si actuar conmigo como una madre o como una hermana―Lo llamaré y le diré que estas aquí, pero lo que estás haciendo no va ayudarte en nada, y lo único que conseguirás será romperle el corazón e él.

Intercambio de SofásDonde viven las historias. Descúbrelo ahora