La puerta de aquella casa que ____ tan sólo había llegado a pisar durante un par de minutos se cerró tras ella y Zayn. El rostro del joven le decía que no volverían a poner un pie en aquel lugar nunca jamás, y ella se sentía culpable del desagradable hecho que flotaba en el aire.
―Zayn, lo siento…
Él chasqueó la lengua.
―Mis padres son ****as―Murmuró―. No son capaces de dejarme vivir como me merezco. Apenas puedo esperar para ver como casan a mi hermana con un tío de treinta años dentro de unos meses. Veremos entonces quien es el que ríe más fuerte.
―No seas así, anda. Ellos simplemente… Son tradicionales y no han querido acostumbrarse a la sociedad actual―Y a pesar de que ella no soportaba aquella clase de personas, estaba haciendo lo posible para que Zayn no se sintiera mal y destrozado.
―Ya, bueno… Lo que hacen no es muy normal. No tienen ni idea de lo que es la idea de pensamiento libre.
―Pero…
―Pero ya no importa. Nos vamos―Corroboró Zayn―. La verdad es que debería estar más enfadado, pero no lo estoy, ¿y sabes por qué?
___ alzó la mirada hacia él.
―¿Porqué?
―Por qué estoy contigo―Se inclinó sobre ella y le dio un beso en la boca. Le sonrió de aquella manera que la volvía loca―. Vamos. Pasaremos la noche en un hotel y luego ya decidiremos qué hacer.
No mucho más tarde, Zayn salía de la ducha de un hotel de cuatro estrellas que habían encontrado en el centro de la ciudad, con el cabello mojado y una toalla blanca rodeándole la cintura.
____ se encontraba sentada a lo indio sobre la cama, leyendo un panfleto informativo sobre los tours que podían hacerse por las ciudades más grandes e importantes de Paquistán. En cuanto lo vio, levantó la cabeza y observó su cuerpo de arriba abajo. Una ardiente corriente le recorrió el cuerpo. Se mordió el labio.
―¿Qué haces? ―Le preguntó Zayn mientras se acercaba a un mueble para sacar su ropa.
―Leyendo cosas sobre Paquistán. ¿Qué tal en la ducha?
―Hmm. Bien―Contestó mientras dejaba caer la toalla al suelo y se ponía los bóxers―. La necesitaba, pero me habría gustado que hubieras estado conmigo bajo el agua―Se volvió hacia ella y esbozó una sonrisa traviesa.
____ rió, pero el sonido fue vacio.
Zayn se percató de ello.
―¿Qué te ocurre?
____ dejó caer los hombros y dejó sobre la mesita el folleto sobre lugares que visitar. Luego miró a Zayn.
―Me siento culpable de lo que ha pasado.
Zayn resopló entre dientes y negó con la cabeza. Se subió a la cama y cubrió su cuerpo con sus fuertes brazos, sus musculosas piernas, cada uno de los músculos de su anatomía. Pegó su rostro al de ella y le dio un pequeño beso en la boca.
―No tienes que sentirte culpable por nada. Esto no tiene nada que ver contigo, cariño, aunque no lo creas así―Le retiró un mechón de pelo de la cara―. Es cosa de mis padres. Así que tendrán que solucionarlo ellos, sin mi ayuda. Ellos han querido que yo me fuera… Y yo no voy a volver.
―Pero, Zayn, yo…
Zayn le puso un dedo en la boca y sonrió.
―No digas nada más. Ya basta. Déjame hablar, ¿vale?
____ asintió levemente con la cabeza. Aún así, las facciones de su rostro seguían emanando una preocupación que era tanto visible en el interior como en el exterior, y que ni siquiera Zayn sabía si sería capaz de hacerla desaparecer.
―He estado pensando…―Empezó a decir― Y ahora que tú tienes un mes libre antes de volver a clases y yo no tengo necesidad de regresar a las mías, quizá podríamos hacer algo.
―¿Algo cómo qué? ―Preguntó ella, curiosa.
Zayn esbozó otra sonrisa de aquellas que le aceleraban el corazón. Aquel gesto le prometía a ___ algo que ella misma sabía que la haría sentir un montón de cosas nuevas, le aseguraba que vivirían algo nuevo e increíble.
El chico se inclinó sobre ella y llevó sus labios a su oído. Entonces empezó a susurrarle con lentitud.
