Capítulo 25

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En cuanto nos hubimos vestido, Zayn había salido con cuidado del depa y había ido a por sus cosas al piso de Louis, ya que a partir de aquel momento, a pesar del incidente con Susan y del peligro que corríamos durmiendo juntos, Zayn se quedaría conmigo hasta… Para siempre, porque no pensaba dejar que se marchase.

En cuanto regresó, lo ayudé a colocar sus cosas en orden en mi habitación y movimos los muebles para que las dos camas que había quedaran juntas y pudiéramos dormir el uno pegado al otro.

Luego él se había sentado en el sofá y había puesto un canal en el que aparecían varias personas diciendo cosas absurdas mientras yo buscaba uno de mis guantes, que había desaparecido por arte de magia dentro del armario.

―¡Lo encontré!―Grité triunfante.

Oí a Zayn reír desde el salón y fui hasta allí, zarandeando el guante en mi mano.

―Vaya, ¿dónde estaba? ―Me preguntó mientras lo dejaba sobre la mesa junto con su compañero.

―En el bolsillo de otra chaqueta―Contesté acercándome a él.

Zayn levantó un brazo para que me acurrucara a su lado. Llevaba una camiseta azul con varios superhéroes estampados en ella y unos vaqueros. Le sonreí una vez más y me dejé caer en el sofá. Al instante sentí sus labios sobre mi mejilla. Rodeó mi cuello y entrelacé mis dedos con los de su mano.

―¿Cómo estás? ¿Te duele algo?―Me preguntó.

―Estoy bastante cansada y me duele la entrepierna, un poco. Pero estoy bien―Levanté la mirada hacía él―¿Y tú?

―Perfectamente―Respondió con una sonrisa monumental.

Levanté la barbilla y rocé sus labios, justo cuando iba a besarlo Steph apareció por la puerta ignorante a nuestra presencia.

―Hola―Dije volteándome para mirarla.

Ella levantó la cabeza y nos miró.

―Entonces―Empezó a decir, dejó su bolso y su chaqueta sobre la mesa y se apoyó en ella―¿Os habéis acostado? ¿O va en serio?

Estuve a punto de responderle de mala manera por su actitud y su poca vergüenza pero sentí que Zayn me apretaba la mano y lo miré a él.

―Va en serio―Contestó, mirándome a los ojos.

―Genial―Adujo Steph―¿Qué más ha pasado durante mi ausencia?

―Fuimos a una fiesta en casa de Lorena―Le dije―Al día siguiente estuvimos esquiando, nos perdimos y pasamos la noche solos en un granero hasta que nos rescataron, luego yo estuve estudiando y finalmente dejé las clases para estar con Zayn―Sabía que en el fondo todas mis palabras la estaban jodiendo y que odiaba haber tenido que marcharse a España y perderse todos aquellos acontecimientos, pero realmente, Steph no era mala persona, solo que a veces su actitud era demasiado ruda y daba una mala impresión de sí misma. Si fuera alguien insoportable, no habría decidido compartir piso con ella.

―Caray, si que ha llegado lejos todo esto en tan solo dos semanas―Paseó la mirada por encima de nuestras cabezas―¿Debería volver a España? ―Sugirió.

―¿Porqué? ―Pregunté.

―No sé. A ver, pensemos―Se llevó dos dedos a la barbilla y miró al techo con aire intelectual―¿Quizás porque no quiero molestar mientras hacéis vuestras cosas?

―Steph―Empecé a decir yo sin ruborizarme―Zayn y yo estamos compartiendo habitación. No tienes por qué irte. Él y yo…

―Prometemos no hacer ruido―Soltó Zayn de repente. Y tuve que aguantarme una carcajada cuando vi el rostro de Steph, quien parecía no dar crédito a que aquello estuviese sucediendo entre Zayn y yo.

―Bueno―Trató de evitar la conversación. Respecto al sexo, Stephanie no era muy habladora y mucho menos si no se trataba de ella―Vosotros salid a dar una vuelta y haced lo que queráis. Y yo mientras pensaré que hacer.

―Steph―Insistí―No quiero que por…

―____, por favor. Cállate ya y sal y que Zayn te lleve a alguna parte, ¿sí?

La miré con algo de pena y luego suspiré, girando la cabeza para mirar a Zayn.

―¿Dónde me vas a llevar? ―Le pregunté.

Él se encogió de hombros.

―Eres tú la que tiene que llevarme a mí a alguna parte. Yo no conozco más que el restaurante de Paul y la casa de Lorena.

Me hizo sonreír.

―Pues vamos―Dije, levantándome. Miré a Steph una vez más mientras cogíamos la chaqueta y le sonreí.

Ella se despidió con un gesto de cabeza y se quedó en el departamento mientras nosotros salíamos y nos íbamos directos a la farmacia. No podía olvidarme de que tenía que comprar la pastilla del día después para evitar quedarme embarazada. Solo tenía dieciocho años y tener un bebé era lo último que quería en aquellos momentos. Fue una locura tener sexo con Zayn sin protección pero lo necesitaba, y sabía que después, todo saldría bien.

Intercambio de SofásDonde viven las historias. Descúbrelo ahora