Cuando me di cuenta, estaba tendida en la cama, revuelta entre las sábanas con los ojos entreabiertos, observando a Zayn moviéndose por la habitación mientras entraba y salía del baño para cambiarse y cepillarse los dientes.
Se había encargado de todo sin siquiera dejarme rechistar. Le había pedido a Ronald que me cuidara mientras él iba a hablar con Paul para pedirle que me dejara marchar y al parecer, él debería haberse quedado, acatando las órdenes de Paul, pero no le hizo ni el más mínimo caso.
Me sacó del restaurante entre sus brazos y fuimos hasta casa. Antes de entrar a la residencia, Zayn llamó a Louis por teléfono para pedirle que entretuviese a Susan mientras entrabamos ambos en nuestro departamento. Después de eso, apenas recuerdo algo más. Stephanie no estaba en casa, ni siquiera había rastro de ella, pero no quería preocuparme más por algo que realmente no era de mi incumbencia. Estaba segura de que habría buscado otro lugar donde pasar la noche para no molestarnos a Zayn y a mí. Y después, creo que me dormí en brazos de Zayn, que me dejó con sumo cuidado en el colchón y cuando volví a abrir los ojos, yo estaba en la cama, con el pijama puesto.
―¿Estás despierta?
En cuanto Zayn se percató de que tenía los ojos abiertos, esbozó una sonrisa sincera y se metió en la cama por el lado contrario.
Me giré para mirarlo y en cuanto lo hice me encontré con sus labios sobre mi boca, dejando un beso.
―¿Cómo te encuentras? ―Preguntó entonces.
Antes de contestar, me acurruqué en su cuerpo, apoyé la cabeza en su pecho y cerré los ojos, empezando a sentir sus caricias por mis brazos.
―Mal…―Contesté, casi cayendo en los brazos de Morfeo.
―Descansa. Pronto te pondrás bien―Susurró. Dejó un beso en mi cabello y los dos caímos rendidos ante el sueño que llevaba horas consumiéndonos.
