Parte 55

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Me apresuré a dejar la taza sobre la mesa antes de que se me cayese el contenido por encima.

—Pensé que tal vez había algo entre vosotros. Ahora que ya sé que vivís juntos puedo entender...—Continuó Pablo.

—¿Qué te dijo, exactamente? —Lo interrumpí, con un hilito de voz, temiendo estar a punto de escuchar alguna barbaridad.

—Nada, un par de frases, pero de malas maneras. —Sacudió la cabeza—. Me preguntó que dónde estabas, que cuándo te habías ido y... —¿y?— y bueno, me dijo que era un puñetero pijo egoísta que no te había acompañado a casa.

Sentí el mundo abrirse bajo mis pies.

—Pablo, de verdad que lo siento mucho, es que...

—No lo disculpes. —Me sonrió tranquilizadoramente—. Lo primero por que no es culpa tuya. Y por otra parte se preocupa por ti. Si nos vio hablando, o tal vez fuera de la casa, seguramente pensaría que estábamos juntos. Además en algo tiene razón, —creo que murmuré un qué—, tenía que haberte acompañado a casa.

—Tonterías. —Dije, deseando poner fin al café amargado por el tema "Rafael". Aún sin estar presente seguía dando la vara. Me puse en pie y cogí mi mochila—. No le hagas caso, ya te he dicho que es muy suyo.

Pablo se levantó también, dando por finalizada nuestra charla.

—Bueno Lucía, muchas gracias por esta mañana. —Dijo, cuando estuvimos en la puerta de la cafetería.

—¿Bromeas? Gracias a ti por perder la mitad de tu sábado en darme clase. —Le sonreí.

—Ha sido un placer. —Dijo con aplomo, y me pareció que hablaba en serio.

Nos dimos dos besos y tomamos direcciones opuestas.

Pese a la última parte de la conversación valoré la mañana como muy positiva, y regresé a casa con la idea de que Pablo era un chico muy maduro y de ideas sensatas, un soplo de aire fresco entre toda la locura que parecía rodearme últimamente.

Esa noche no salí. De nada me importaron las súplicas de Naiara. Además ella quería que saliésemos para quedar con Raúl, y por ende, para desaparecer en cuanto tuviese oportunidad. Así que me quedé en casa repasando los ejercicios que había hecho por la mañana.

Hablé un rato con Diego por Whatsapp antes de irme a dormir. Él tampoco había salido. Había pasado la tarde con Julián y se le notaba ilusionado pese a lo ocurrido con sus padres. No sabía nada de ellos por el momento.

En cuanto a Rafa, no apareció en todo el fin de semana. ¿Dónde se metió? No tenía la más mínima idea. Las veces que mi padre llamó le dije que todo iba bien. Había decidido que había una línea de riesgo. Si Rafael dejaba de realizar sus obligaciones (es decir, ir a clase y a trabajar), entonces daría la voz de alarma. Mientras sus juergas y folleteos nocturnos no le impidiesen atender a sus responsabilidades yo no me metería en su forma de vida.

Me despertó al llegar la noche del domingo al lunes, cuando se dio una ducha a horas intempestivas. A punto estuve de salir a echarle la bronca, pero como esta vez vino sin compañía, el ruido del agua fue el único que tuve que escuchar, y a los pocos minutos volví a dormirme.

El lunes por la mañana fue el temido examen de Matemáticas. Pablo estaba a primera hora en la puerta de mi aula para desearme suerte, aunque no lo tuvimos hasta después del segundo recreo.

Independientemente de sus buenos deseos la prueba me salió bastante mal.

Diego me vio tan alicaída que me invitó a comer en una bocatería cercana al instituto.

Cuando regresé a casa Bruno estaba que se subía por las paredes. Hacía ya días que no lo sacaba a dar un paseo en condiciones, y decidí llevarlo al Parque Grande.

Mientras pasábamos por allí recibí un mensaje de Rafa. Sabía que había estado esa mañana en el instituto, Martina me lo había dicho, pero yo lo no había visto. Por algún extraño motivo el corazón me dio un vuelco al ver de quién era.

"No me importa que estés enfadada. Esta tarde empezarás a pagar tu apuesta. Acude a las nueve al Eroski* que hay entre Camino las Torres y Paseo Sagasta. No faltes a tu palabra."



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*Eroski es una cadena de supermercados.

De nuevo... ¡muchas gracias por vuestros comentarios y estrellitas! La historia ha llegado a las 1.100 lecturas... y estoy bastante alucinada, porque son un montón (ya sé que hay otras novelas en wattpad que tienen millones de visitas... pero oye, yo con este número estoy contentísima) :D

¿Qué os ha parecido el capi? El pago de la apuesta está cada vez más cerca... xD <<<

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