Parte 69

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Apagué la luz de la mesita y me concentré en respirar. Su aroma personal me embriagó. Cualquier persona olería a sudor como mínimo después de semejante noche, pero él continuaba oliendo increíblemente bien. La calidez que irradiaba su cuerpo pronto atravesó el mío. Definitivamente yo tampoco iba a poder conciliar el sueño esa noche.


Tosió.

—¿Estás bien? —Pregunté.

—No te preocupes tanto. —Se quejó, y su voz sonó más grave de lo habitual en la oscuridad—. Es... —hizo una pausa como si no encontrara las palabras— ...abrumador.

Ningún resquicio de luz se colaba por la persiana, y no podía verlo en absoluto, pero nunca había estado más consciente de la presencia de alguien.

—¿Conocías a la chica? —Inquirí.

—¿A qué chica? —Sentí cómo inclinaba la cabeza en mi dirección.

—A la que salvaste.

—No.

—¿Entonces? —Susurré.

No se esperaba esa pregunta. Permaneció unos instantes callado, y después dijo —Es complicado de explicar.

—Tenemos toda la noche. —Insistí. En realidad apenas nos quedaba noche por delante, teniendo en cuenta lo tarde que era.

—Perdí el control. —Su voz era seria—. Me poseyó una rabia brutal.

—Por que no querías que le hiciesen daño. —Concluí.

—No. —Negó, y la almohada se movió cuando sacudió la cabeza—. Porque no quería que te lo hicieran a ti. —Había una extraña cadencia en su tono.

—Pero a mí no me iban a hacer nada. Ya los habíamos pasado, ya estábamos lejos de ellos. —Repliqué, sintiéndome culpable por ser tan egoísta.

—Pero esa chica podías haber sido tú, de no haber estado yo allí. —Su voz se había vuelto repentinamente fría—. Una ráfaga de pensamientos vinieron a mi mente cuando la escuché gritar. Pensé que si hubieses sido tú la que estaba en su situación y yo no hubiese estado, hubiese deseado que cualquiera hiciese algo por ayudarte. Así que simplemente actué.


Me quedé callada meditando sus palabras. La buena noticia era que Rafa tenía empatía, llevada a unos extremos radicales, pero empatía al fin y al cabo. En cambio yo era una vil egoísta que hubiese dejado a la chica a su suerte con tal de salvarlo a él.

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