FRÁGIL

Parte 63

Eché a correr hacia el cajero, pero me detuve a medio camino. Quería estar lejos de allí, en cualquier lugar, a salvo. Odio reconocer que en ese momento no me importaba la chica, sólo quería que Rafa volviese sobre sus pasos y se alejase del peligro.

Me giré a tiempo para ver cómo se acercaba al grupo y agarraba por detrás a un chico de piel oscura, tirándolo al suelo. Hubo un breve momento de confusión entre los borrachos al verlo allí, momento en el que la chica aprovechó para escapar corriendo. Yo también eché a correr, con el corazón martilleándome en el pecho. Enseguida estuve dentro del cajero, con el seguro echado, a salvo. Pero no había sentido tanto miedo en toda mi vida.

Me temblaban tanto las manos que el móvil se me cayó al suelo cuando lo saqué del bolsillo. Di al botón de rellamada y esta vez sí que pude hablar con la central de policía. Hablé tan atropelladamente que el interlocutor no me entendió y le tuve que repetir mi ubicación.

Fuera la situación era un auténtico caos. Las cuentas eran fáciles de hacer, cuatro contra uno era un suicidio. Aun así Rafa estaba peleando como un bestia, y había dejado a uno inconsciente.

Sin embargo esa pelea no era como las de las películas. Los malos no se turnaban para atacar y ponerlo más fácil, sino que lo hacían todos a la vez, coordinados. Aunque asestó varios golpes contundentes, uno de los borrachos consiguió ponerse detrás de él, y los demás lo rodearon. La sangre me bombeaba ruidosamente en los oídos.

Consiguieron darle una patada en la tripa a Rafa, que se dobló de dolor y cayó de rodillas. Lo último que vi fue cómo uno de esos malnacidos le daba otrapatada en el costado con todas sus fuerzas, sin importarle que estuviese en elsuelo. Después el círculo se cerró, mientras se ensañaban con él, y yo perdí todoel raciocinio. La ira se había apoderado de mí, y me encontré abriendo lacerradura y corriendo hacia la pelea, sin importarme nada más que el chico que estaba en el suelo.