Si las miradas mataran

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Pero que pretencioso de parte del sol, pensar siquiera que podría besar a la noche.
Porque si acaso el sol apenas lo intentara, la noche correría despavorida porque sabe que desaparecería.


- El hijo de Hades. - Lo nombró Dylan, como si Nico fuera algún tipo de ente súper poderoso, Dylan aún se encontraba entre la multitud que se esparcía para regresar a sus clases luego de que el timbre sonara dando fin al receso. Su mirada era una mezcla de asombro y envidia mal disimulados. - Este día está consiguiendo niveles cada vez más altos de genialidad. ¡Necesito palomitas, un refresco y una chica sexy sentada entre mis piernas ahora! - Terminó diciendo seductoramente a su amiga de la derecha, quien prefirió ignorarlo y seguir prestando atención, sin embargo pronto la de la izquierda ya estaba consolándolo.

- No buscamos entrometernos o crear disputas con la familia Di Angelo. - Empezó Trey Thompson con una voz demasiado calmada, como si cualquier movimiento brusco significará un grave error que les costaría la poca dignidad que les quedaba. - Tú eres el que debería largarse de aquí, claramente, eres el único que está fuera de lugar. Tú no nos interesas.

- Nuestro problema es con Jackson. - Corrobora Finch, un hilo de sangre baja por su mentón y se pierde en el cuello de su camiseta. Debo hacer una gran sobre esfuerzo para contener una arcada. - Puedes marcharte y volver a esconderte debajo del trono de tu papi.

Un coro de - "Uhhh", "Ohhh", y "En tu cara principesca", (Término que me extraño, hasta donde sabía, Nico no era ningún príncipe, y si tuviera algún tipo de jerarquía, obviamente sería un rey si uno se fijaba en su porte majestuoso) exclamaron alrededor de nosotros, mientras seguían riéndose como un grupo de hienas esquizofrenicas o como unos revoltosos chimpancés a los que se le ha dado de desayunar bananas inyectadas con alucinógenos o algún tipo de droga que los dejaba estúpidos y tambaleándose entre ellos.

- Uff, eso me dolió. - Respondió Nico en tono divertido a Trey, también sentí como ponía todo su peso en una sola pierna. - Justo en donde me importa un carajo y muy cerca de cuatro hectáreas de me vale una reverenda mierda tus palabras.

Me mordisquee el labio para evitar que una sonrisa rebelde se me escapara, aún así, el respingo de sorpresa por su audacia que sufrió mi cuerpo no había podido detenerlo. Era más que obvio que lo habrá sentido... Sentí que sus ojos se posaban en mí brevemente, ni debían preguntarme como lo sabía, ni yo tenía la más mínima idea del cómo, a no ser que me hubieran salido ojos detrás de mí cráneo y podía fijarme en él de esta manera.

- No es necesario que te metas, Nico. - Exclamó Percy con preocupación, alzando la voz por encima del barullo. - Ya he arrastrado a suficientes personas en líos...

- Déjalo que hable, Percy. - Lo interrumpió Luke, dándole un apretón en el hombro, devolvió su atención a Nico pero entonces, sus ojos bajaron y se encontraron con los míos, sin dejar relucir absolutamente nada a través de ellos, como si fuera lo más normal del mundo que un chico, es decir yo, estuviera sentado sobre mi trasero encima de los zapatos de Nico.

- Dicen no buscar entrometerse con mi familia, pero en cambio, sus acciones dicen totalmente lo contrario. - Continuó Nico con un matiz de mofa, apuntó con una mano en dirección a Percy. - ¿Qué es esto entonces? ¿Este extraño juego entre ustedes? Ah espera, déjame adivinar. -
Nico chasqueó los dedos, las manos de Trey al igual que su boca empezaron a crisparse con amenaza, pero eso no pareció afectar en lo más mínimo a Nico, su voz seguía con el mismo tono jocoso. - ¿Se trata de quien consigue terminar más feo que el otro? Pues vaya, no hace falta que me aclares quién está en la delantera con los resultados, sí es así.

No te escondas del Sol, AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora