Aquella noche los niños volvían a estar tristes y se peleaban unos con otros por la ausencia de su padre. La Reina fue entrevistada de una manera tal, que apenas y pudo responder a la inquisición de sus hijos.
Lucy, Margaret, Sara y Emil estaban enfadados; pues su padre no regresaba y apenas y se tenían noticias de él.
—No puedo creer que ni siquiera una carta nos haya enviado —soltó Sara con prepotencia—. Ya estos son días de que sepamos de él.
—¿Y si le ocurrió algo, madre? —Preguntó Margaret con los ojos aguados—. No quiero que mi padre se ausente más.
—De seguro ha de estar con otros niños. Desde que nuestro tío dijo haber adoptado unos cuantos plebeyos, mi padre no ha dejado de repetir que debía conocerlos —soltó Lucy mientras se cruzaba de brazos.
Pero La Reina notó que su pequeño varón estaba más entristecido que antes, y había comenzado a llorar hacía varios minutos.
—Mi padre es un hombre malo, mami —dijo Emil. Y La Reina sintió como si le arrancaran un trozo de corazón.
—Por supuesto que no, cariño. Tu padre es un hombre bueno y bondadoso —sostuvo ella disimulando muy bien su aflicción. Le daba un abrazo fuerte y le acariciaba las mejillas con la intención de secar sus lágrimas.
—¿Entonces por qué nos abandonó? ¿Por qué se fue sin nosotros?
—Son muy pequeños para comprenderlo, pero muchas veces debemos tomar decisiones de esas que jamás habríamos querido tomar, pero que son parte de nuestras responsabilidades —ella reflexionó apaciblemente—. Recuerden que su padre es El Rey y su rango requiere de mucha responsabilidad. Eso implica sacrificios y acciones que muchos no sabrían comprender hasta la hora y el momento justo.
"He llegado a saber, ¡Oh hijos míos! Sobre un hombre cuya soledad le llevó a tomar ciertas decisiones. Tenía poco menos de treinta años; piel pálida, ojos color ámbar, facciones pronunciadas, musculatura robusta y cabello negro. Llevaba por nombre Hilarion, aunque muchos lo conocían como El Cazador.
Sus labores fueron las mejores de todo Riverbrook hasta que su hijo Jack y su esposa Freya fueron asesinados por La Bestia Fémina. Desde entonces había vagado por el mundo como un hombre marchito, amargado y con cara de frustración.
Recordaba amargamente aquella noche trágica en la que intentó inútilmente proteger a su pequeña familia, y entre bidones de ron se embriagaba para tratar de ocultar al mundo su podre corazón resentido.
Cierto día, provocó una revuelta en la taberna de uno de sus amigos; confundió a los caballeros negros del Príncipe Egoísta con mercenarios y terminó blandiendo sus armas contra la gente de la corte oscura. Cómo consecuencia; Hilarion fue llevado con Nathanielle y este aprovechó las debilidades de su corazón para introducirlo en sus intrigantes planes.
El Cazador recibió como obsequio El Hacha Mágica de la reina Hipólita, aquella con tallados de animales y hoja de hierro rojo, pero al firmar su Contrato Mágico, obtuvo información adicional.
—He sabido que la criatura que asesinó a tu familia es despiadada, cruel y salvaje. Pero también sé dónde está y qué es lo que hace —le comentó Nathanielle el día que le propuso su oscuro trato—. Trabaja para mí y te contaré lo que necesitas saber para vengar la muerte de tu hijo y tu esposa.
Hilarion aceptó sin meditar y firmó el pergamino dorado con la pluma negra que su dueño había mimetizado.
—Debes saber que esa bestia a la que buscas podría matarte, pero podría matarte aún más rápido la doncella en la que se convierte durante cada amanecer. Pues es ella la verdadera mente maléfica de ambos cuerpos; fue ella la que organizó su cena del día y la que envolvió a tu familia para hacerse con sus corazones. Evita confiar en su falsa inocencia y trata de matarla antes de que se convierta, porque si no te será mucho más difícil deshacerte de aquello que te acongoja.
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Cuentos de Luz Oscura
FantasyUna hermosa reina se ve obligada a entretener a sus hijos, tras la partida misteriosa de su adorado esposo. Aquellos cuentos de hadas que escuchó durante su juventud, le servirán de inspiración para entrelazar algunas cosas que supo de personas que...