24: La dama más poderosa

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La Reina estaba en la habitación de sus hijos como todas las noches, y estos hablaban acerca de lo que querían hacer en cuanto fueran grandes.

—Seré reina, como mi madre —comentó Lucy, ignorando ciertas leyes que aún existían.

—Pues eso está difícil —dijo Sara—. Porque los mayores son los que heredan los reinos, y en este caso; yo soy la mayor.

Entonces la mujer rió levemente y parpadeó un par de veces; como tratando de buscar una forma de explicarlo.

—Creo que para ambas está difícil, incluso para las tres —y acarició el cabello de su hija mayor—. Las mujeres solo heredan tronos cuando no hay hijos varones entre Los Reyes, y en este caso; existe Emil.

El pequeño príncipe saltó de un lado a otro con infinita alegría y repetía en forma burlona que sería rey. Su madre lo calmó un poco.

—Pero pueden ser otro tipo de mujeres, porque ser Reina es muy complicado —fingió pesar, aunque en principio le hubiera costado; no había nada mejor en el mundo para ella. Estar con su esposo, disfrutar de sus hijos, alentar a las cortesanas... Todo era relevante—. Pueden ser doncellas de un príncipe y así convertirse en reinas de otros reinos. Pueden ser mujeres liberales y luchar por sus derechos y los de otras mujeres. También pueden ser mercaderes, pues el oro ha ayudado a muchas de nosotras en el mundo.

"Lo importante no es lo que quieran ser, sino que se esfuercen por serlo. Escuché de alguien una vez, que podíamos hacer cualquier cosa, pero que debíamos hacerlo a la perfección; ser los mejores y dar lo mejor de nosotros mismos. Soy Reina, y a pesar de que cometo errores, me esfuerzo por ser la mejor cada día."

Se puso cómoda, arregló la falda de su vestido y bebió un sorbo de hidromiel. Al cabo de mojarse los labios dijo:

"He llegado a saber, ¡Oh hijos míos! Sobre una mujer poderosa, la más poderosa de todos los reinos de LoudRia y el peligro más temido entre todos los loudRianos. No era bruja, no era hada y no era guerrera. Simplemente era reina, y eso bastaba para una reputación oscura, perversa y calculadora.

Julia Troyan había sido la mujer más trascendente de LoudRia hasta el ascenso de sus hijos. Había disfrutado de una infancia tranquila, siendo hija de un simple minero y una humilde campesina. Se había educado con sencillez entre las bibliotecas de Riverbrook y había conocido lugares como Murintong, Goldville y lo que hasta la fecha era Nightmareplace.

Era astuta, mordaz e implacable; de aquellas personas que comían calladas para poder hacerlo dos o tres, o las veces que fueran necesarias. Al poco tiempo descubrió que después de la magia, el oro era la única materia poderosa en el mundo; y que la ambición de los hombres sería su mayor ascenso al éxito. Y robó las minas y partió con grandes cantidades a los pueblos cercanos.

Pero tuvo complicaciones en su haber, y los reyes que gobernaban aquel tiempo Goldville; iniciaron una cacería para hacerla pagar por sus fechorías. Fue en el bosque cuando conoció a Jeremy Troyan, y este le llevó a Murintong, donde era príncipe y heredaría el trono de su padre por encima de sus once hermanos.

Cuando Julia estuvo allí, fue liberada de sus preocupaciones en cuanto a Goldville, y se ganó el favor de cada uno de los hermanos de su prometido, y del Rey. Pero pasó que asesinó secretamente al consorte, entonces su amado subió al poder y la desposó volviéndola su reina.

Para esas fechas Julia Troyan asumió su nuevo apellido y se deshizo de su pasado asesinando a sus padres. Recibió como regalo de bodas las minas de Goldville, era dueña de isla Tile y empezó a hacer amistad con todos los monarcas de reino.

Cuentos de Luz OscuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora