Soundtrack ~ Your Song ~ Rita Ora
"No vivas de las apariencias, siempre cambian. No vivas de las mentiras, al final se descubren. No vivas de nadie, vive para quien le importes. Pero, sobretodo, vive para ti."
Capítulo 40: "¿Por qué no te quedas a dormir?"
Su mano está en mi cuello, su fuerte agarre causando que me aproxime más a ella. Mis caderas se mueven con la misma rapidez que las suyas, su cabello peliazul haciendo cosquillas en mi clavícula.
Apoyo mi mentón en su cuello sintiendo como el calor que desprende se cala por mi cuerpo como si fuera una corriente eléctrica recorriéndome. Mis manos en su cintura mientras la camiseta apretada a su cuerpo vuelve mi mundo patas arriba.
Respiro de forma entrecortada, su mano libre agarra su cabello para retirarlo de mi clavícula. La música se filtra por mis oídos de una manera espectacular, lo único que puedo sentir es como mi cuerpo y el suyo se mueven al mismo ritmo.
Acaricio su oreja con mis labios, puedo sentir, por la forma en la que sus pómulos se alzan, como sus dientes relucientes salen a la luz. No puedo evitar colocar la misma sonrisa en mi rostro al verla así, tan alegre.
Debo recordar como el alcohol corre por sus venas. Aún así puedo agradecer que tomara en serio mi propuesta de divertirse y no pasar un mal rato esperando a que la mañana llegara para poder ir al orfanato.
— Voy a por una bebida — asiente mirándome a los ojos, el océano de sus ojos reclamando mi atención.
Su mano se entrelaza con la mía, puedo sentir el calor que esta desprende. No me importa ni por un segundo mientras nos dirigimos a la improvisada barra que Matthew, el anfitrión de la fiesta, ha colocado.
Mi codo derecho se apoya en la mesa, mi mano entrelazada con la de la peliazul a mi lado tira hasta que su cuerpo se sienta en un taburete. De no ser porque conozco al chico de la fiesta habría jurado que este lugar es una discoteca.
Un cabello moreno se mueve delante de nosotros, puedo reconocer la persona que posee esas pecas tan llamativas en su rostro. Sonrío negando levemente con mi cabeza al ver que ha vuelto a colocarse como barman de la noche.
Sigo sin comprender como es que no se divierte, su cabeza parece estar metida en conseguir dinero. En cualquier fiesta le puedes ver ejerciendo algún trabajo de mal pago para lograr tener un pequeño fajo de billetes.
— Logan — tengo que alzar la voz una octava para que me escuche, sus labios se curvan en una sonrisa mientras me observa. Camina hacia nosotros.
— ¿Otra vez aquí? — Río ante su pregunta, he pasado solo dos veces por aquí para cogerme algo para mí.
Elizabeth se ha tomado muy literal la palabra "divertirse" pues no ha parado de venir a la barra conmigo como su esclavo. Cada media hora caminábamos hasta aquí para que Logan le pusiera otra bebida.
— Dame una cerveza — grito por encima de la música, cada retumbo que resuena por la casa parece hacerlo de la misma manera que lo hace en mis oídos.
Asiente girando sobre sus talones para poder coger otra botella de la nevera. Liz aprieta su agarre alrededor de mi mano cuando acerca su pecho a la barra, apoyándolo. Su cabello cae por el frío metal de la barra como una cascada.
— ¡Otra más! — una risa escapa de sus labios, ni siquiera la miro cuando contesto.
— No vas a beber más, Elizabeth — pronuncio, Logan no ha escuchado lo que la peliazul ha dicho. Le agradezco cuando me la da.
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Ignórame (U.D.S.#2)
Novela JuvenilElizabeth Smith. Una chica huérfana con un carácter duro. Su vida se ha basado en la calle y en el orfanato. A su corta edad conoce más sobre la vida que cualquier persona. Pero eso solo es por la cantidad de experiencias, tanto negativas como po...