Elizabeth Smith. Una chica huérfana con un carácter duro.
Su vida se ha basado en la calle y en el orfanato. A su corta edad conoce más sobre la vida que cualquier persona. Pero eso solo es por la cantidad de experiencias, tanto negativas como po...
"Soy ese tipo de astronautas que caminan por la Luna sin despegar los pies de la Tierra. "
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Capítulo 4: " ¿Te ayudo? "
Admito que no soy de esas personas que odian las clases. Amo a aprender, y no soy ninguna empollona ni nada por el estilo. Simplemente me encanta aprender cosas nuevas cada día, aunque sea la más mínima tontería.
¿Pero, matemáticas? Esa asignatura parece que haya sido sacada del mismísimo infierno. Para mí lo que el profesor apunta en la pizarra es como chino, no entiendo absolutamente nada.
El hombre sigue escribiendo en la pizarra todo lo que explica mientras yo me encargo de apuntar en mi cuaderno aquello que me parece más importante. Noto una mirada intensa y persistente en mi nuca, mas me niego a darme la vuelta. Bastante difícil se me está haciendo esta clase como para ponerme distracciones.
Puedo notar como, de vez en cuando, alguna mirada se posa en mi con confusión. Algunas otras me miran con superioridad pero abundan más las de desconcierto. Y, aseguro, que me causan demasiada gracia ver esas caras. Observar como les parece la cosa más extraña del mundo ver a una chica con el cabello azul. Comprendo que no es el tono de color más frecuente pero tampoco es para que me traten como un maldito alienígena. Además, hay que ser diferente al resto en algunas ocasiones, y esto es un clara prueba de ello.
- Señor Miller, me está tocando las narices con los susurros entre su compañero. - reprende el profesor.
Ni siquiera giro mi cabeza para ver al culpable de la bronca del director. Porque admitámoslo, a nadie le gusta ser el centro de atención cuando un profesor le reprende. Al menos, a mi no me gusta. Odio tener todos los ojos de la clase puestos en mi. Y sé que estoy siendo contradictoria al decir eso teniendo en cuenta que me he tintado el cabello de azul. Pero para mi son cosas totalmente diferentes porque mi cambio de color de pelo no tiene nada que ver con llamar la atención.
- Nos callaremos profesor. - responde una voz masculina.
- ¿Por qué me parece que no me están diciendo la verdad? - pregunta con desconfianza.
El profesor le dedica una mala mirada a los supuestos alumnos. Sin duda es de esos extrictos. En el orfanato teníamos a montones. Aunque admito que estos lugares no son como los pintan en las películas, por lo menos el mío. Mi hogar siempre ha sido el orfanato, puede que no sea el mejor lugar para la infancia de una niña pero es lo único que pude conseguir. Además, hay gente maravillosa en esos lugares, desde pequeños y bebés hasta grandes personas de diecisiete años. En ese lugar se aprende de verdad el significado de la vida, todos los que llegamos allí, ya seamos pequeños o mayores, tenemos que madurar de golpe. Darte cuenta de que tu familia ya no está contigo es algo que ninguna persona debería sentir, menos si eres un niño.
