Soundtrack ~ Mama ~ Jonas Blue
"Todo el mundo es un genio. Pero si juzgas a un pez por su habilidad de trepar un árbol, pasará el resto de su vida pensando que es un idiota." ~Albert Einstein.
Capítulo 44: "¿Qué es?"
La siguiente semana fue un «no parar», me dividía tantas veces que ya no sabía donde me encontraba. Por las mañanas era el instituto, y dos de esos días me los pasaba en la cancha practicando para nuestros próximos partidos. Cuando no hacía eso me colocaba ropa cómoda y me iba con Liz al orfanato a terminar de pintar el trabajo que teníamos pendiente.
Ella me había dicho mil veces de que podía ir ella sola, y lo hizo. Los días que yo tenía que quedarme a entrenar ella se iba con su moto hasta el orfanato con Bradley de compañía. No es que ese chico me gustara, se nota a leguas, pero estaba más tranquilo si era él el que, cuando Liz llegaba a su casa, me aseguraba de que estaba sana y salva.
Sin darme cuenta la semana vino como se fue, no podía recordar un día en el que me haya tumbado en la cama a relajarme excepto por la noche. No me quejaba, en lo absoluto, la felicidad en el rostro de Elizabeth llenaba mi corazón de alegría.
Verla con esa sonrisa en la que las esquinas de su boca se alzaban de tal forma que sus ojos se entrecerraba y sus dientes alineados y blancos impactaban en mis ojos. Solo con contemplar ese maravilloso brillo en su mirada ocasionaba que mi mundo se pusiera patas arriba.
Y cuando el fin de semana llega al fin a mi encuentro lo único en lo que puedo pensar es en estar con Liz todo el día. Hemos estado tan atareados entre unas cosas y otras que ni siquiera nos percatamos de que ni siquiera compartimos más de dos besos al día. Extrañaba el tacto de sus labios sobre los míos.
— Tenemos que irnos ya, Thiago — sonrío al ver como ella se estremece ante el tacto de mis labios sobre la curva entre su cuello y su hombro.
— Podemos quedarnos aquí, Liz — voy siguiendo el camino de besos hasta llegar a su mejilla, la manera en la que recorro su mandíbula con mis labios logra erizar el cabello de su nuca.
— Sabes que nos queda poco para terminar de pintar — acota, formo un puchero con mis labios apoyando mi barbilla sobre su hombro.
— ¿Acabaremos pronto? — cuestiono, sus ojos me observan con diversión. Me fijo en como un escalofrío recorre su cuerpo, sus manos se dirigen a mi cabello para pasar sus finos dedos por las hebras castañas de mi pelo.
— Eso espero — río al escuchar su respuesta, me separo de ella bajando mi mano con calma a través de su brazo para poder sostener su mano.
Cojo las llaves de mi coche caminando hasta él, Liz cierra la puerta de su casa con rapidez. Tiro de ella provocando su risa cuando se tropieza con mi pecho obligándole a alzar su barbilla. Mis labios chocan con los suyos en un corto beso antes de bajar de nuevo las escaleras.
— ¡Eso es trampa! — Repone mientras mueve sus pies a la misma velocidad que los míos, la miro por encima de mi hombro enarcando una ceja.
— ¿Y eso por qué? — Abrimos la puerta del portal calmando nuestro apresurados pasos. Hace una mueca con sus labios que causa mi risa, mis ojos vislumbran el coche mientras caminamos hasta él.
— Me has dejado con las ganas — masculla con inocencia, río abriendo la puerta del coche para ella. Muy a mi pesar despego mi mano de la suya para rodear mi coche y abrir la puerta del conductor.
— Tú me has dejado antes del mismo modo — le guiño un ojo acomodando mi trasero sobre el asiento de cuero. Coloco la llave en la ranura escuchando como el motor ruge y Liz lo hace a la par.
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Ignórame (U.D.S.#2)
Teen FictionElizabeth Smith. Una chica huérfana con un carácter duro. Su vida se ha basado en la calle y en el orfanato. A su corta edad conoce más sobre la vida que cualquier persona. Pero eso solo es por la cantidad de experiencias, tanto negativas como po...