"Tiene que ver todo."

6K 429 23
                                        

Soundtrack ~ Wild hearts can't be broken ~ P¡nk

"A veces desearía que estuvieses, aquí, a mi lado. A pesar de todo, a pesar de todos."

Capítulo 80: "Tiene que ver todo."

Los labios de mi novio están sobre los míos, sus manos juegan con mi pelo y las mías recorren cada parte de su cuerpo como si fuera una escultura de la que deseo apreciar hasta el más pequeño centímetro. Su boca se acompasa junto a la mía en un beso necesitado, nos necesitamos y al fin estamos juntos.

Se separa de mí durante unos segundo, mi mano está sobre su corazón, el cual late desbocado y hace que mis mejillas se enciendan al recordar su manera de introducir su lengua en mi boca para jugar la batalla del poder lo mejor que sabía. Sus labios adquieren ese tono rosado que me vuelve loca al rememorar la razón por la que se encuentra así.

Me espero para que su voz salga a la luz, tengo que volver a estar con él, a que sus labios se posen sobre los míos para olvidarme de la amargura que ha recorrido mi organismo desde aquel día en el hospital, donde todo se desenmascaró.

Creo escuchar su tono ronco pero, la desgracia de mi vida, se estampa en mi rostro cuando mi vista se vuelve borrosa. Oigo un sonido a lo lejos, estridente y que hace que mi cabeza desee estallar, pero lo dejo de lado para concentrarme en mi visión. Los labios de Thiago se mueven pero no comprendo ninguna palabra, como si no se emitiera nada de esos preciosos labios que han recorrido cada parte de los míos.

Recobro la conciencia, mis músculos se mueven pesados sobre un material blando a mi espalda, el ruido de ante adquiere sentido y lo reconozco a la perfección. El timbre de mi apartamento suena repetidas veces más, mi boca está seca y temo abrir los ojos para no encontrar nadie a mi lado, para no encontrar al chico que se coló en mis sueños hace menos de unos segundos.

Maldigo permitiendo que una traicionera lágrima se deslice por la parte alta de mi pómulo para desaparecer en mi cabello extendido sobre el colchón. A pesar de tener los ojos cerrados el líquido fluye como si no tuviera un final y me enfado con solo pensarlo. Vuelvo a oírlo, pienso con claridad y frunzo el ceño obligando a mis lágrimas a detenerse.

Trato de no pensar, de creer que ese timbre dejará de sonar y permitirá que me hunda en mi miseria de nuevo. No me puedo sentir más mal que como estoy ahora, me siento abandonada, otra vez. La única contradicción es que, ahora, ha sido todo culpa mía, nada más se ha tenido que inmiscuir en mi vida para después, dejarme tirada sin piedad.

Me restriego los párpados con las manos incorporándome en la cama, no encuentro ningún rayo de luz en la habitación y mi ceño se frunce al descubrir que dormí con la persiana bajada hasta abajo. No recuerdo haberla dejado así, supongo que el par de tragos que introduje en mi sistema la noche pasada tuvo algo que ver.

Suelto un bufido cuando el estridente sonido vuelve a retumbar en mi cabeza como un megáfono que no quiere apagarse. Me pregunto quién será, no suelo recibir visitas en mi apartamento. Ahora menos, cuando Thiago no está a mi lado para quitarme el aburrimiento de encima y Mery tiene demasiadas cosas que hacer como para llegar a su casa antes de las ocho de la noche.

Se repite de nuevo y, cuando mis dedos se enroscan sobre el pomo de la puerta, me debato entre retirar la distancia que separa a ese extraño de mí o dejar que siga tocando con ese dedito largo que me tiene de los nervios. Me decanto por la segunda opción cuando mi mente está a punto de explotar y advierto que otro sonido me romperá en mil pedazos.

Con un último impulso, giro el pomo y la puerta se abre en menos de lo que canta un gallo. Abro mis ojos como platos observando la sonrisa de esa mujer de cabellos dorados perfectamente alineados en un moño sin un pelo fuera de su lugar.

Ignórame (U.D.S.#2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora