Soundtrack ~ Rain ~ The Script
"Mirar al cielo y desear volar lejos de esta maldita realidad."
Capítulo 69: "Quiero estar a tu lado."
— ¿Cuánto dinero has contado tú? — Pregunta Natalie cuando dejo los billetes encima de la mesa con un gesto desesperado. Suelto un bufido pasando una mano por mi cabello y desordenándolo. Ambas parecen entender lo que significa mi expresión cuando se hunden en sus asientos y permanecen con la mirada perdida.
Queda demasiada cantidad de billetes que sacar hasta de las piedras para poder pagar todo lo que tenemos en deuda. No evito que la furia se encargue de mi cuerpo deseando tomar un descanso, el cual no se dedique en pasar dos horas durmiendo profundamente antes de que las pesadillas comiencen a atormentarme.
Todas vuelan alrededor de una misma conclusión: quedarme sola. Sin un orfanato al que venir para visitar a las personas que me acogieron y me brindaron su amor, sin Bradley, el chico al cual, por alguna extraña razón que aún no descubro, no lo veo tan a menudo. Sin América la mujercita que sigo sin comprender como aún no se ha apartado de mí por dejarla plantada gran parte de las veces que quedamos para hablar.
Pero el agujero negro que me traga día tras día se hace más doloroso, más lastimero, cuando es Thiago el chico que me dice adiós. Comienza con una preciosa tarde en mi casa, sentados y acurrucados en el sofá brindándonos las mayores muestras de amor y, de un momento a otro, se aleja de mí. No entiendo de lo que hablamos, mis oídos se tornan sordos, pero lo que puedo deducir es que no se trata de una discusión que pueda arreglar con facilidad.
Termino con lágrimas amontonándose en mis ojos y Thiago saliendo de la habitación con un portazo que me hace volver a escuchar. Acabo derrotada volviendo al sofá y regodeándome en mi propia y desgraciada vida. Y, después, todo se vuelve oscuro y me despierto con un miedo que logra no poder contemplar a Thiago por más de dos segundos sin querer echarme a llorar como una maldita infantil.
No debería sentirme tan obsesiva ni triste con ese maldito sueño, pero cada vez, el momento de la verdad, se va acercando. Lo siento, cuando sus ojos azules tan intensos y electrizantes chocan con los míos deseo sacar por mi boca, escupir todo lo que tengo. Los sueños significa lo mismo pero con diferentes situaciones y, en todas ellas, mis lágrimas son lo último que logro visualizar.
Me da miedo, más bien me aterra, que eso pueda convertirse en una realidad a que siga siendo una pesadilla de la que quiero despertar gran parte de las noches. Sacudo mi cabeza queriendo olvidarlo todo, evitar a Thiago no va a ser una opción que pueda alargar mucho tiempo y eso me lo sé de memoria.
Está claro que él no es tonto, seguro ya se habrá percatado de como no le dejo hablar para despejar las estúpidas gotas saladas que tengo que enjugar con mis dedos siempre que comparte su amor conmigo siendo ajeno a todo lo que miento. Si a eso le ponemos sobre mi espalda que no ha servido de nada esconder la verdad, es aún más horrible.
— ¿Qué hacemos? — Cuestiona Mandy, la cual parece ser que ha vuelto a rellenar sus depósitos de esperanza e intenta inyectarnos a nosotras un poco. No hace efecto tras los siguientes cinco minutos de silencio en los que ninguna de las tres emite un sonido. No nos movemos y eso llegaría a asustarme de no haber recapacitado acerca de la tormentosa situación en la que nos encontramos.
Escucho unos pasos cercanos a nosotras, nos incorporamos poniéndonos alerta sabiendo que no podremos recoger tal cantidad de billetes para cuando él o ella esté aquí. Nos miramos a los ojos compartiendo la misma opinión y dejamos que los músculos se nos pongan tensos y agarrotados aguantando la preocupación del futuro.
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Ignórame (U.D.S.#2)
Teen FictionElizabeth Smith. Una chica huérfana con un carácter duro. Su vida se ha basado en la calle y en el orfanato. A su corta edad conoce más sobre la vida que cualquier persona. Pero eso solo es por la cantidad de experiencias, tanto negativas como po...
