EXTRA Nº1
(Esto ocurre en la navidad después de la reconciliación de Thiabez)
— Tienes que estar de broma, Thiago — susurro, soy incapaz de odiar esa sonrisa a pesar de todo lo que él está obligándome a hacer —. Abre la puerta del coche, cariño, no pienso hacerlo — endulzo, me olvido por difícil que sea de el estremecimiento y la calidez que recorre mi piel cuando él se ríe y dedico mi nerviosismo a cortarle la diversión con la mirada envenenada que mejor me sale.
— ¿Qué te van a hacer, hermosa? — Interroga deteniendo su sonrisa a medio camino. Me echa un vistazo antes de volver su vista a la carretera y torcer las esquinas de sus labios hacia sus ojos —. Además, estarán Dylan, Nora y mi hermana. ¿Con ellos te llevas bien, verdad? — Cuestiona.
Suelto un suspiro cargado de nerviosismo dirigiendo mi mirada a la punta de mis pies que se mueven de un lado a otro, balanceándose, aunque estemos en el interior de un vehículo. Me muerdo la lengua escondiendo de algún modo el nerviosismo que me invade de solo pensar en una cena, una cena que en mi vida he tenido.
Doy un respingo de sobresalto cuando la mano de mi novio se posa en mi muslo y trata de calmarme con unas caricias que, lo último que provocan, es tranquilidad. Volteo mi rostro hacia él quien, a pesar de no poder despegar demasiado su atención de la carretera interminable, gasta unos segundos en pegarme un vistazo comprobando mi situación emocional. Sé que sabe cómo me encuentro cuando él sonríe.
— No es para tanto, amor...
— Son tus padres, Thiago — le corto, vuelvo mi vista al frente espirando todo el aire que tengo en mis pulmones. Puede que, si dejo de respirar, Thiago dé media vuelta y podamos celebrar las Navidades en casa de una manera más productiva que esta, ¿no?
— Pero no muerden — debate —, ni se comen a las chicas que les presento — termina, eso capta mi atención de manera inmediata. Entrecierro mis ojos en su dirección y aplano mis labios, mi novio me mira por encima frunciendo el ceño ante mi cambio de humo injustificado —. ¿Qué? — Cuestiona, confuso.
— ¿Has traído a alguna chica a conocer a tus padres? — Interrogo, tarda un tiempo en reaccionar y, por la forma en la que su cuerpo, de repente, convulsiona en carcajadas, deduzco que se divierte con la situación. No solo se divierte sino que también es capaz de hacerme perder el control y provocar que mi rostro recree el personaje de una manzana totalmente roja en cuestión de segundos.
— ¿Celosa?
Me encojo de hombros probando a restarle importancia al asunto. La saliva se queda a medio camino en mi garganta cuando el lugar al que empezamos a llegar está dejando atrás las mediocres casas que tienen cierto parecido al apartamento donde vivo. Los dientes de mi mandíbula hacen su aparición quedándome boquiabierta con los increíbles establecimientos en los que nos adentramos.
Un carraspeo me saca de mi ensoñación, no suelo quedarme tan embobada con unas construcciones pero estas, sin dudas, provienen del barrio rico en el que mi novio está integrado desde que sus padres lo concibieron. Trato de recordar lo que tenía que responder y, cuando giro mi rostro en dirección a mi novio y él me dedica esa sonrisa moja-bragas, casi me hace olvidar lo que tenía que decir.
— Solo quiero saber si me enfrento a unos padres que tienen alguien con la que comparar a la actual novia de su hijo legítimo — expreso, mis miedos se basan en esas simples palabras que tantos sentimientos contradictorios alcanzan a ocasionar en mi alma. No me paro a contemplar el rostro del chico a mi lado, siento que el color sube a mis mofletes ante la vergüenza que me supone confesar este tipo de cosas.
ESTÁS LEYENDO
Ignórame (U.D.S.#2)
Novela JuvenilElizabeth Smith. Una chica huérfana con un carácter duro. Su vida se ha basado en la calle y en el orfanato. A su corta edad conoce más sobre la vida que cualquier persona. Pero eso solo es por la cantidad de experiencias, tanto negativas como po...
