"Perfecta."

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Sountrack ~ Trumpets~ Jason Derulo

"No se ama a un persona por que sea bella. Es bella por que se la ama."

Capítulo 49: "Perfecta."

Me sentía más libre que nunca, mi cuerpo se había desprendido de cualquier tensión y no podía pensar en otra cosa que no fuera en ella. Tenía los ojos cerrados, la luz chocaba contra mis párpados sin molestarme siquiera pues el dulce aroma de la hermosa chica a mi lado me desplazaba de cualquier otra cosa que hubiera a mi alrededor.

Noto el movimiento de Liz, la última vez que le eché un vistazo seguía con la espalda acurrucada a mi pecho. Las yemas de sus dedos acarician mi rostro, retengo las ganas de abrir los ojos y hacerle saber que estoy despierto. El amago de una sonrisa se escapa de mi cuerpo antes de que pueda pensar en detenerlo.

Cojo su cintura entre mis brazos, escucho un pequeña risa saliendo de sus labios cuando acerco su cuerpo al mío. La desnudez de sus piernas envía millones de escalofríos a mi cuerpo, puedo imaginar su sonrisa aún en su rostro levemente sonrojado y su cabello dorado esparciéndose por la almohada.

Pruebo por primera vez en la mañana sus labios, ahora parecen ser incluso más adictivos que antes. Deslizo mi mano por su cuerpo notando entre mi piel los escalofríos que le recorren, como se estremece por mi tacto. Sostengo su rostro entre mis manos sintiendo que se escapa, la sonrisa que forma en sus labios me detiene al poder besarla.

— Déjame besarte — gruño, mi voz ronca eriza el vello de su nuca. Formo una sonrisa ladeada aún sin abrir los ojos, oigo el deleite de su risa filtrándose en mis oídos como una bella armonía.

Vuelve a posar sus labios en los míos, sigue manteniendo esa sonrisa en sus labios que se evapora en cuanto mi lengua encuentra la suya. Me apoyo sobre mis brazos para poder tener un mejor acceso a su boca, siento su piel desnuda bajo las sábanas en las que nos escondemos como si fuéramos dos fugitivos.

Desgasto sus labios de nuevo sin ser capaz de saciarme de ella, no creo poder hacerlo nunca. Sus labios son cada vez más dulces, más adictivos. Despeina mi cabello moreno descubriendo que se desplaza a través de las hebras de este como una maldita manía que me vuelve loco cada vez que lo hace.

Mis manos recorren cada parte de su cuerpo como si, hace unas horas, no lo hubiera hecho. No recuerdo haber dormido menos en mi vida, ni siquiera con una fiesta he estado tan despierto que esta noche. Podría morirme de sueño si puedo tener días así con ella, no sería capaz de describir lo increíble que fue.

Despego mis labios de los suyos, puedo sentir la sonrisa formándose en sus labios mientras desplaza sus manos hasta mi barba incipiente con necesidad de afeitarme. Recorre mi mandíbula con tanta atención que debo tener interminables escalofríos subiendo y bajando a través de mi cuerpo como si no tuvieran mejores cosas que hacer que ponerme nervioso.

— ¿Cómo puedes estar tan enérgico? — Ríe, apoyo mi frente sobre la suya analizando su rostro de nuevo. Sonrío al ver sus ojos adormilados con la sonrisa llegando hasta estos, sus mejillas adoptando un color escarlata que no se le irá durante un tiempo. Dejo un pequeño beso sobre sus labios.

— Podría decir lo mismo — su sonrisa se expande, es ella la que ahora deja un beso sobre mis labios —. ¿Cómo estás? — Pregunto, no parece que necesite una respuesta cuando su sonrisa lo dice todo, su mirada aún más. Sin embardo, se encarga de que sus palabras me calmen mucho más, llenando mi pecho de orgullo, otra vez.

— Perfecta — susurra, entrelaza sus manos por detrás de mi cuello. Siento su cuerpo desnudo bajo el mío, la sensación es indescriptible. Lo es todavía más cuando sus labios llenan mi rostro de besos, recorre cada parte como si necesitara imaginarlo con solo besarlo. No me quejo, sus labios son suaves y dulces cuando se encuentran con los míos.

Ignórame (U.D.S.#2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora