Capítulo treinta y ocho

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— ¿Qué pasó luego de que tu madre los descubriese a ti y a Gerard?
— Le dijo a mi padre.– Sonrió, sombrío.— Fue la peor golpiza, casi me mata.
— ¿Casi te mata?– Se asombró Jamia.
— Si.
— ¿Quieres hablar de ello?
— No, ¿Podríamos cambiar de tema?

Jamia vio cómo avanzaba el vínculo entre ella y Frank, ya que antes, si él no quería hablar de algo, la trataba mal.

— ¿De qué quieres hablar?
— No lo sé... ¿Qué sugieres tú?

Se quedó pensativa, recordando todos los temas abordados hasta ahora, sabiendo que uno había quedado inconcluso.

— ¿Qué pasó con los padres de Gerard?
— Al final fue solo una crisis, pero que casi le cuesta la vida a Gerard.
— ¿Qué pasó?
— Luego de eso, más las cosas horribles que le dijo mi madre, se intentó suicidar.
— ¿Qué hizo?
— Se tomó muchas cápsulas de alguna mierda que su madre tenía guardada.
— ¿Cómo te sentiste al respecto?

"¿Cómo te sentiste al respecto?" Muchas veces había escuchado a Jamia decir eso, era como un mantra, mas nunca sabía qué contrstar. Él no era bueno con los sentimientos.

— Mal.– Simplificó.— Imagina: Gerard era lo único que tenía.

De atar; FrerardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora