Capítulo sesenta y cuatro

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Esa noche Frank, haciendo uso de la suerte que tuvo en ese momento, fue a la casa de Gerard, que lo recibió con un gran abrazo.

— ¿Cómo pudiste venir?– Preguntó su novio.
— Mamá está trabajando y mezclé pastillas para dormir en la bebida de Cheec.
— Eso es peligroso, Frank, si te descubren...
— Eso no va a pasar.– Lo interrumpió.— ¿Tú cómo estás?
— Bien, mamá y papá parecen mas felices.

Los dos se miraron con dulzura durante un instante, para luego unir sus labios en un tierno beso.

— Te extrañé...– Susurró Frank contra sus labios.
— Yo también.

Gerard lo repasó con la mirada, notando algo extraño en su pequeña anatomía.

— ¿Estás más delgado?
— No, solo...

Se escuchó un ruido proveniente de las escaleras y una tos más que falsa, que hizo que Frank no terminase de excusarse.

— ¿No nos presentas, Gee?– Apareció un chico que los miraba con una sonrisa poco usual.
— Si...– Gerard parecía un poco atontado.— Él es Bob, mi primo, y él es...
— Me llamo Frank, mucho gusto.– Intervino, en realidad no sintiendo gusto de conocerlo.— Su novio.
— ¿Tú eres el famoso Frank del que todo mundo habla?– Parecía burlarse.— Wow.
— Si, el mismo, ¿Tienes algún problema con ello?
— Tranquilo, amigo...

«No soy tu amigo» Quiso decir, mas no quería echar más leña al fuego.

— Bueno...– Dijo Gerard.— Frank, ¿Vamos a mi habitación?

Gerard parecía rogarle con la mirada.
Frank, sin mediar palabra con aquel sujeto desagradable, subió las escaleras rumbo a la habitación.

— No me agrada.– Comentó cuando estuvieron cómodos en la cama.— No me da buena espina.
— Es mi primo, Frank...
— Tiene algo que no me termina de convencer.
— Está bien.– Zanjó el tema.— ¿Quieres comer algo?
— No, gracias. Ya cené.– Mintió.
— Estás muy delgado, Frank...
— Debe de ser por el estrés.

Gerard no terminó de creerle, mas no dijo nada y se quedaron abrazados hasta que el sueño los venció.


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Esto se va a descontrolar 😂

¡Gracias por leer!💕

De atar; FrerardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora