Capítulo setenta y nueve

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— ¿Tú lo hiciste, verdad? – Preguntó Gerard con serenidad.

Era la noche del día después de haber descubierto el cuerpo muerto de Bob. Frank, inventando excusas y más excusas a Linda, se había quedado en la casa de Gerard.
Ambos se encontraban sentados en la cama del dueño de la casa, y Frank giró abruptamente la cabeza cuando lo oyó.

— ¿Yo hice qué?– Se hizo el desentendido, mas los dos sabían de lo que estaba hablando.— No entiendo.
— Tú mataste a Bob.
— Eso no es...
— No me mientas, Frank.– Lo interrumpió. Para saber que a su primo lo habían matado estaba bastante tranquilo.
— ¿Qué querías que hiciera, Gee? ¡El maldito te quiso violar!
— Lo sé, no dije lo contrario. Solo... es raro.
— ¿Raro?
— Si, raro.– Suspiró y desvió la mirada, como perdiéndose en su mente.— Raro porque... Frank, tú nunca habías hecho algo como eso.
— ¿Matar?– Rió, aunque no le causaba ninguna gracia.— Lo haría de nuevo, nadie se mete con mi novio.
— No digas eso, Frank.
— Es la verdad, te defendería con mi vida.
— No quiero que te metas en problemas por mi culpa, Frank.– Lo miró a los ojos y le acarició la mejilla.— Bob...
— Bob se suicidó, punto.
— Está bien. Tienes suerte de que mamá no haya indagado en los golpes que tenía en todo su rostro.
— Se lo merecía por hijo de puta.
— Lo sé.

Frank se sorprendió por lo calmado que estaba su novio.
Es que, ¿Quién en su sano juicio estaría tranquilo al saber que mataron a su primo?



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Sé que es bastante tarde, pero no estuve en casa en todo el día.

¡Gracias por leer! 💕

De atar; FrerardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora