Capítulo setenta y cinco

41 15 8
                                    

El día se había ido rápidamente, haciendo que Frank planease apurado una estrategia para poder salir.
Su madre se encontraba en la cocina picando verduras, y, al verlo, le sonrió.

— Hola, mamá.– Se sentó en la mesada, haciendo un poco de esfuerzo de más gracias a su pequeña estatura.
— Hola, Frank.

Linda llevó un trozo de zanahoria a la boca de su hijo, que lo tuvo que comer obligado.
Frank reprimió las ganas de vomitar que le dieron un momento después de haber ingerido la verdura.

— ¿Irás hoy a trabajar?– Preguntó a su madre.
— No, tu padre fue a un viaje de trabajo y yo me quedaré contigo.

Era verdad, a Cheec hace un buen tiempo que no lo veía, mas nunca le tomó importancia.

— ¿Adónde fue?
— No tengo idea.– Le sonrió con complicidad.— ¿Tú vas a hacer algo?
— Pensaba salir al parque, últimamente está desolado y eso me gusta.– Mintió.— ¿Puedo ir?
— Sí, pero antes siéntate y come.

Frank intentó decirle alguna excusa para no comer, mas sabía que, por su expresión, no lo dejaría.
La comida era un trozo de carne que lo asqueó, ya que hace unos meses se había planteado ser vegetariano, y unas verduras picadas.
Comió lo más lento que pudo, masticando exageradamente y tragando cosas pequeñas.

— Ya me voy.– Anunció y desapareció por la puerta de atrás.

Al salir se tuvo que agarrar el abdomen, ya que un dolor muy fuerte se había alojado allí.
Dio dos pasos más y tuvo que inclinarse para vomitar todo lo que había ingerido.
Líquido amarillento era lo que salía de su boca, hasta que las arcadas no sacaron más.
Con una mano abrió la canilla que, antiguamente, se usaba para regar las plantas, y con el agua se limpió los restos que le quedaban de esa sustancia amarga.


∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆

En mi país es el día del niño, así que... ¡Feliz día del niño!

¡Gracias por leer! 💕

De atar; FrerardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora