Una semana pasó desde la gran pelea con Linda. Cheec todavía no había aparecido, y Frank se estaba preocupando. Sí, Frank se estaba preocupando por una persona que se había encargado personalmente de joderlo toda su miserable vida, pero la sangre tiraba y él tenía un corazón bastante sensible.
En la tarde le había picado el hambre -cosa que pasaba muy rara vez- y había bajado a comer algo.
Le sorprendió encontrar a su madre llorando sentada en el sofá.
Se acercó con un poco de recelo, todavía bastante resentido con aquella que, se suponía, lo tenía que apoyar en todo.
Linda levantó la vista justo cuando se encontraba caminando rumbo a ella, y lo que vio lo dejó anonadado.
Su madre tenía las más grandes ojeras que alguna vez había visto, y los ojos inyectados en sangre parecían los de un ser salido de una película mal hecha.
Ella no dijo nada, solo lo miraba con dolor, casi con súplica.- Mamá...- Susurró, sintiendo como propio todo el dolor que su madre sentía.
- Soy un monstruo.- Dijo en un hilo de voz.- Soy despreciable.Frank se acercó más y se permitió sentarse a su lado, no sabiendo qué decir o cómo consolarla.
- ¿Por qué dices eso, mamá?
- Terminé como tú, Frank.Al chico no le cayó muy bien ese comentario. Aunque no sabía porqué lo decía, sí le sentaba mal que se refiriese a él como algo despreciable.
- ¿Qué hiciste?
- Soy basura...
- ¿Qué hiciste?- Repitió, ya exasperándose.
- Maté a tu padre.∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆
¿Ya les llegó su carta de Hogwarts? A mi no porque soy muggle 😞
¡Gracias por leer! 💕