Capítulo 5

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Jake miraba con atención como Niall comía de su sopa con rapidez pero a la misma vez con delicadeza. El rubio sentía la gloria, hace mucho que no probaba una buena sopa, ahora se sentía mejor, ya no tenía frío, ni hambre, incluso se sentía con energía. Había tomado una ducha caliente, por lo cual ya no olía tan mal y el ojiverde le había prestado algo de ropa. ¡También había podido cepillar sus dientes! Ya no estaban llenos de sarro y eso le daba una sensación placentera al omega. La madre del ojiverde lo miraba con ternura.

—Niall, eres muy lindo. ¿Cómo terminaste en las calles? —preguntó la señora mirándolo con atención, no entendía como ese niño había terminado en ese estado.

El rubio la miró con sus ojos azules, la señora era una omega. Dejó de comer unos segundos bajando la mirada, la señora Bass se arrepintió de haber preguntado.

—No me gusta recordar la historia, pero todo empezó porque soy un omega. —habló con la mirada triste.

—Tranquilo, no tienes que decirnos si no te sientes cómodo. —dijo Jake sonriéndole para transmitirle confianza. Todo tenía sentido, con solo el hecho de ser un omega ya estaba jodido.

—Nosotros también estuvimos en la calle ¿verdad Jake? Fueron dos días. —habló con una amarga sonrisa al recordarlo. Niall la miró.

—Yo llevo tres años. —dijo y luego bebió un poco del caldo de la sopa, la señora Bass casi escupe lo que tenía en su boca del asombro.

—Ay mi niño...—dijo en un susurro. —¿Cuántos años tienes? —su mirada era de total preocupación.

—Mamá...—dijo Jake en un tono algo duro para que su madre no molestara a Niall.

—Sí, lo siento. —la omega bajó la mirada.

—Está bien. —sonrió Niall, no veía nada de malo en conocerlos más, al fin y al cabo, lo habían sacado de la calle. —Tengo dieciocho.

Jake lo miró asombrado. ¡No parecía! Siempre pensó que el niño rondaba los dieciséis o algo por el estilo. Quizás porque sus facciones lo hacían ver un poco más joven, sus mejillas estaban un poco hundidas, sus brazos casi sin músculos. Al menos su cuerpo no estaba en huesos.

—Soy dos años mayor que ti. —le dijo Bass y lo miró sorprendido.

—¿Tienes veinte? —dijo el rubio mirándolo.

—Casi los veintiuno. Los cumplo en dos meses. —susurró. Jake también estaba en una pijama. Comiendo al lado de Niall.

—¿Tú cuándo los cumples? —preguntó la señora Bass. Niall le sonrió.

—El trece de septiembre. —dijo en un susurro.

—Falta mucho, pero recuérdame para poder hacer un pastel. —dijo emocionada.

Niall asintió energéticamente. Los dos familiares lo miraron con ternura.

(***)

—¿Niall? —Jake lo miró y viceversa. Ya habían llenado sus estómagos, ahora estaban en el cuarto del ojiverde, tratando de dormir.

Recuerda comprar una cama para Niall. Se hizo la nota mental viendo al otro omega.

—¿Qué piensas sobre los alfas? —preguntó en un susurro.

Niall se quedó mirando al techo pensativo.

—Creo que son un poco instintivos. —dijo inocente. —Otros son malos, otros buenos. —se encogió de hombros. —Igual siempre me he preguntado cómo sería tener uno.

La santísima omega, pensó Jake. Tenía una oportunidad de conservar su empleo frente a sus ojos. Pero ¿y si Niall no aceptaba? Tenía miedo de asustarlo. El pobre chico apenas llevaba un día con él.

Don't you hurt me {Ziall} Donde viven las historias. Descúbrelo ahora