ATENCIÓN: En este capítulo hay contenido muy explicito. No me hago cargo de sus traumas.
Att: La escritora.
Pd: Este capítulo no es necesario para entender el próximo.
Después de volver a la mansión estuvimos toda la tarde tumbados en el sofá del salón, al lado de la chimenea.
Jordan me contaba cosas de cuando era niño, me explicó cosas sobre sus padres y sus hermanos... Aún que lo contara feliz, en los ojos se podía ver su anhelo.
Poco a poco el sol se fue poniendo y nos quedamos únicamente iluminados por la luz que desprendían las llamas de la chimenea.
Yo estaba encima de Jordan, con mi cabeza apoyada en su pecho.
Podía escuchar cada latido de su corazón, y como este se aceleraba cuando le acariciaba.
Sonreí al ver lo que provocaba en él, pero al fin y al cabo, el uno con el otro nos sentíamos de una manera especial cuando estábamos juntos.
- Y ¿Quieres tener hijos?- pregunté curiosa.
Sonrió ante mi pregunta y me miró de una manera extraña.
-Algún día- susurró mirándome fijamente.
Los extremos de mis labios se curvaron hacia arriba y me acerqué a los suyos con la intención de besarle.
Fundi mis labios entre los suyos y pronto nos acaloramos.
Agarró mis muslos con firmeza y separé mis piernas, quedando a horcajadas encima suyo.
Gemí contra su boca cuando noté el enorme bulto que se estaba formando en sus pantalones, me guío con sus manos de tal manera que quedé encima de éste.
Ese fue el momento en el que deberíamos haber empezado a buscar un hotel.
Jordan se levantó del sofá conmigo en brazos y sin separar nuestros labios ni un solo milímetro, empezó a subir las escaleras conmigo a cuestas.
En apenas un par de minutos ya nos encontrabamos en la habitación.
Jordan me dejó en la cama y quedé boca arriba con el encima de mí.
Los besos siguieron y la intensidad aumentó.
Pasó sus manos por mi cintura y después por mis muslos, acariciando cada centímetro de mi cuerpo con la misma devoción.
Sus manos llegaron al cierre de mis vaqueros, que con agilidad, pronto lo tuvo abierto.
Nuestras respiraciones eran agitadas y nuestros cuerpos solo buscaban alivio a aquel deseo.
Jordan empezó a meter la mano dentro de mis vaqueros, acariciándome por encima de la ropa interior.
Agarró el borde de mi jersey y pronto lo tuvo entre sus manos para después dejarlo caer por algún lugar de la habitación... Lo mismo pasó con los vaqueros.
Quedé en ropa interior y sus ojos viajaron con deseo por todo mi cuerpo.
Nos seguimos besando y mis manos viajaron al borde de su camiseta, subiéndolo y pasándole ésta por la cabeza, para dejar ver por completo su torso lleno de tatuajes.
Él sonrió al ver como le miraba de la misma manera que él me había mirado a mi segundos atrás.
Jordan acercó sus labios a los míos de nuevo, pero esta vez con más fiereza que las anteriores, como si de una necesidad se tratase.

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Jordan
Werewolf-Querida... No saldrás de aquí en tu vida... Aquellas palabras me helaron haciendo que se me quedara cara de tonta. ¿C-como dices?- tartamudeé yo. -Lo que oyes pequeña... Me perteneces, siempre lo has hecho Mack. -¡Estas loco- le chillé sin poder co...