Los días fueron pasando y se conviertieron en semanas y las semanas en meses.
El sueño era escaso... Cameron, era un niño muy pero que muy llorón, daba guerra todo el día y aún que lo quisiese con toda mi alma... Habían veces que me desquiciaba.
Su cabello rubio como el de los ángeles, sólo era apreciable cuando berrincheaba ya que se ponía rojo a cual tomate.
Un llanto en medio de la noche, me moví inquieta en el colchón y empujé a Jordan con la pierna.
-Mmmh...- se quejó él.
-Ve tú... Yo me he levantado las últimas dos veces...- dije medio adormilada.
Oí como refunfuñaba y el colchón se movió y después escuché pasos por la habitación hasta que llegó a la cuna de nuestro pequeño.
Sonreí satisfecha y me hice un ovillo en las sábanas para después volver a caer en brazos de Morfeo.
Me desperté con el alba y sentí el brazo de Jordan alrededor de mi cintura.
Me di la vuelta lentamente para no despertarte y quedé cara a cara con él.
Lo observé un rato... Se veía tan indefenso y vulnerable que me daban ganas de comermelo a besos.
Me acerqué a él y le dejé un beso en la mejilla, otro algo más cerca, y cuando le fui a dar el tercer beso, se adelantó a mi y fundió sus labios con los míos mientras me apretaba contra su cuerpo.
Pronto me separé de él debido al calor que ya empezaba a hacer en verano...
-Te voy a empezar a dejar en la calle por la noche...- susurré en sus labios con una media sonrisa.
Él rio y volvió a juntar sus labios con los míos, agarrándome los muslos y con un rápido movimiento poniéndome encima de él.
Me separé un poco y apoyé mis manos en su pecho para mirarle a los ojos y darme cuenta de que me sentía la persona más afortunada del mundo al tener a ese hombre y a Cameron en mi vida.
Escuché como se removía en la cuna y supe que ya estaba despierto, levantándome de encima de Jordan me encaminé a la cuna que teníamos cerca de la cama y vi como estaba en lo cierto.
Sus ojitos verdes azulados brillaron al ver como me asomaba con una sonrisa.
Enseguida empezó a removerse nervioso y a hacer ruiditos mientras levantaba los brazos en mi dirección.
Sonreí más aún y me incliné encima de él pasando mis manos por debajo de sus hombros y levantándolo en el aire para después acercarlo a mi apoyándolo en mi pecho.
Me di la vuelta y vi que Jordan me miraba fijamente sumido en sus pensamientos.
Ladeé la cabeza y le miré interrogante mientras sonreía.
-¿Qué?- preguntó él mientras sonreía.
-Eso digo yo- rei haciendo que en la carita de Cameron apareciese una sonrisa.
Me acerqué a Jordan con él en brazos sentándome en el hueco que había en la cama.
Jordan y Cameron empezaron un juego de manos que no llegué a entender muy bien, pero ellos, de alguna manera, tenían una conexión que les permitía comunicarse.
Quedaban dos semanas para nuestra boda, por fin se iba a celebrar.
Aún nos quedaban bastantes cosas por organizar pero todo el mundo estaba dispuesto a echar un cable cuando lo necesitábamos.
Valerie estaba emocionadisima con aquello, su pequeño por fin había asentado la cabeza y se casaba... No cabía en su dicha.
Bajamos a desayunar y nos encontramos a Valerie en la cocina, que se había adelantado a nosotros para preparar el desayuno.

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Jordan
Werewolf-Querida... No saldrás de aquí en tu vida... Aquellas palabras me helaron haciendo que se me quedara cara de tonta. ¿C-como dices?- tartamudeé yo. -Lo que oyes pequeña... Me perteneces, siempre lo has hecho Mack. -¡Estas loco- le chillé sin poder co...