Jordan

CAPITULO 35

-¿Protegida?- pregunté.

-Era una humana... Cory se encaprichó con ella y se la llevó a su clan... Podría decirse de alguna manera que él se enamoró de ella, pero dudo que los vampiros puedan sentir algo...

-¿Y ella? ¿Le quería?

-Ella pagó con su vida lo que sentía por él...

-No acabo de entenderlo- dije ladeando la cabeza.

-Es una historia algo larga...- me sonrió Val.

-Tenemos tiempo... Sabes lo que tarda Jordan en ducharse- reí yo haciendo que Valerie se uniera a mi risa.

-Está bien, está bien... Te lo contaré- dijo riendo y negando con la cabeza- Esto paso hará unos cinco años... Por aquel entonces Jordan tenía unos veinte... Era un chico imprudente... Terco... Irritante...

-En resumen, lo que es hoy- reí yo haciéndola reír.

-Exacto...- hizo una pausa- Uno de los deberes de los  licántropos es proteger a los humanos de todo aquello que sea sobrenatural... Jordan se enteró de lo que Cory había hecho... Se encargó personalmente del tema... Fue hasta su clan y tuvieron una fuerte trifulca... Jordan intentó hablar con el meses atrás con calma- dirigió la mirada a Cameron y le agarró la manita acariciándola con dulzura- Por aquel entonces aún eran amigos...

-Espera, espera... ¿Amigos? Pensaba que Jordan odiaba a los vampiros...

-Cory le ayudó a acabar con aquellos que mataron a sus padres... Des de entonces se convirtieron en Aliados, poco después en amigos... Muy buenos amigos, ahora están en guerra...

-¿Qué hizo Jordan cuando llegó al clan?

-Fue por enésima vez a hablar con Cory y entraron en una alterada discusión... Jordan se descontroló y cuando fue a darle un zarpazo a Cory... Dayana... La chica... Se metió en medio para proteger a Cory... Des de entonces solo busca venganza, Cory se odia a él y odia a Jordan... Quiere que pase por lo mismo que él pasó y sabe que Jordan ha encontrado a su mate, no contento con eso también le ha llegado la noticia de que habeis tenido un hijo...- susurró lo último.

No supe que decir ni que hacer... Me vi enfrascada en una batalla entre criaturas sobrenaturales y no suficiente con eso, me querían matar al igual que a nuestro pequeño... Y Jordan... Como de costumbre... No había sido capaz de contarme qué ocurría.

Estaba enfadada con él por no contarmelo... No solo era mi vida la que estaba en juego, si no la de Cameron también... Y era eso lo que me alteraba realmente.

Poco después un Jordan ya vestido entró por la puerta de la habitación y supo enseguida que Valerie me había contado aquello.

-Me gustaría saber cuándo dejaras de mentirme...- reí con amargura sin siquiera mirarle.

Él se acercó con cautela hasta mi y se agachó a mi lado haciendo que le mirara a los ojos.

-Siento no habértelo contado...

-Ese es el problema... Siempre lo sientes... Pero me mientes una y otra vez y te juro que ya no puedo más...

-Vamos a hablarlo con tranquilidad... Deja a Cameron con Valerie y vamos a hablarlo a solas...- dijo sabiendo que acabaríamos chillando y ninguno de los dos queríamos que Cameron viese ni escuchase nada de aquello.

Asentí y después de dejarle un beso en la cabecita se lo dejé en el regazo a Val.

Me levanté con la ayuda de Jordan y salimos en silencio de la habitación, andando hasta la nuestra que estaba en la misma planta.

Entramos y cerramos la puerta detrás de nosotros.

-Jordan... Estoy cansada de que me mientas... Me prometiste que no habrian más mentiras- dije exasperada yéndome a sentar en la cama.

-Realmente no te mentí... Simplemente no te lo dije...

-Es prácticamente lo mismo- dije enfadada- No me has contado que un clan entero de vampiros nos quiere ver muertos a los tres...

Me dió la espalda y se alejó de mi acercándose a la chimenea y empezando a hablar.

-No estoy orgulloso de lo que hice... Cory era como un hermano para mí... Él ha sido una de las dos personas que me ha desafiado... Por eso le trataba como a un igual.

-¿Quién fue la otra persona?

-Tú- rio él- Cuando me enteré de lo que hizo... A mi nadie me desobedece...

Bufé algo divertida por lo último que dijo pero enseguida me puse seria al recordar que estaba enfadada con él.

-Jordan... Aún así y a pesar de que no estuvieses orgulloso... ¿No crees que me hubiese gustado saber que mi vida estaba en peligro des del momento en el que nos vimos?

-Sé que he hecho mal... Y lo siento...

-Es que me da rabia porqué siempre me pides perdón pero siempre vuelves a hacer lo mismo... Ya no me creo ni una de tus palabras Jordan... He dejado de confiar en ti...

Se volteó hacia mí con rapidez mirándome a los ojos muy fijamente.

-¿Te acuerdas de lo que te dije que que haría si me volvías a mentir?- pregunté bajando la mirada a mis pies.

-Que acabarías conmigo...- susurró él.

-Espero que duermas con un ojo abierto- le amenacé levantándome como pude y caminando hacia la puerta.

Caminó hacia mí y me agarró del antebrazo haciéndome girar sobre mis talones.

-Por favor, Jordan... Estoy cansada... Ha sido suficiente por hoy- medio supliqué tironeando de mi brazo, pero al ver que el agarre no cedía dejé de hacerlo.

-Solo quiero que sepas que no te puedo prometer que no hayan secretos...

Aquello fue la gota que colmó el vaso, tiré de mi brazo con fuerza y me soltó.

-Entonces no sé qué hago hablando contigo...- me quité el anillo de compromiso y lo dejé encima de la mesilla de noche para después salir de la habitación a toda prisa y dando un portazo.

Las lágrimas quemaban en mis ojos y en la garganta tenía un nudo que me cortaba el aire poco a poco.

No le necesitaba... No necesitaba nada suyo... Fui hasta la habitación de Valerie y cuando entré ella se levantó enseguida al verme en ese estado.

-¿Que ha ocurrido?

-Nada- me pasé las manos por las mejillas quitando las lágrimas con rapidez y le arrebaté a Cameron de los brazos.

No di ningún tipo de explicación y salí por la puerta a toda prisa dejándola con la palabra en la boca.

Bajé las escaleras lo más rápido que pude y me encaminé hasta la puerta principal para después salir por ella y girar a la derecha dirigiéndome al garaje.

Cogí las llaves del deportivo y metí a Cameron en la sillita de coche que había en la parte trasera, le abotoné el cinturón de ésta y cerré la puerta para después meterme en el coche.

Metí las llaves en el contacto y no fui capaz de darles la vuelta, la visión se me tornaba borrosa por culpa de las lágrimas y mis manos temblaban no siendo capaces de agarrar el volante con firmeza.

Me armé de valor y volteé la llave dentro del contacto haciendo que el coche arrancara.

No lo pensé dos veces y pisé el acelerador saliendo del garaje y poco después salir a la carretera sin mirar atrás.

Aún era de noche y una niebla espesa empezó a cubrir la carretera... Los cristales se me empañaban y no veía con claridad lo que tenía delante...

Una silueta humana en medio de mi carril apareció de la nada y me hizo dar un volantazo que fue suficiente para que me saliera de la carretera y el coche se estrellara contra los árboles del bosque que había al lado de la calzada.