Desperté con la cabeza en el pecho de Jordan y noté su suave respiración encima de mí.
Sonreí al recordar la noche de ayer y me acordé de nuestra repentina decisión de casarnos ese mismo día.
Miré el reloj de la mesilla de noche y marcaban las seis y media, lo que quería decir que nos debíamos preparar para ir a entrenar.
-Mi amor...- susurré en el cuello de Jordan mientras dejaba un beso ahí.
-Mmmm- respondió él.
-Tenemos que ir a entrenar.
-Cinco minutos más, princesa- murmuró.
-No- dije para después subirme encima suyo a horcajadas y empezar a repartirle besos por toda la cara, el cuello...
En un rápido movimiento Jordan me tuvo debajo suyo y una sonrisa pícara asomaba su rostro.
-Veo que te has levantado juguetona hoy...
-No más que tú ¿Me equivoco?- dije alzando una ceja.
No respondió y juntó sus labios con los míos en un cálido beso que pronto se intensificó.
Aparté las sábanas de la cama por el repentino calor que me recorría el cuerpo por completo.
Y me di cuenta de que si seguíamos así no seríamos capaces de frenar, así que puse mis manos en el pecho de Jordan para después empujarle levemente y separarle de mí.
Se quejó como un niño pequeño y negué con la cabeza mientras me levantaba de la cama e iba a la ducha.
Me di un baño con bastante rapidez y pronto estuve fuera delante del armario vistiéndome.
Una vez me puse unos leggins y una sudadera me dirigí al baño y me peiné dejando que mi pelo se secara al aire libre.
Vi por el espejo como Jordan se acercaba a mi por las espaldas y en cuanto estuvo lo suficientemente cerca sus brazos rodearon mi cintura estrechándome contra su pecho.
Pasó su mano por mi vientre y la dejó ahí para después recostar su cabeza en mi hombro.
-¿Sabes? Me gustaria que tuviéramos otro- dijo refiriéndose a los hijos.
Me quedé pensativa y después me acordé lo mal que lo pasé durante el anterior embarazo, por no hablar del parto... Y en cierto modo no entendía como Jordan, después de haberme visto en esas situaciones, quería que volviera a pasar por ello.
-Te vas a quedar con las ganas...- susurré sin mirarle mientras deshacía con mis manos el agarre de sus brazos y salía de ahí.
Me llamó un par de veces y sin hacerle mucho caso salí a un paso ligero de la habitación para después bajar escaleras y entrar en la cocina encontrándome con Valerie.
-Buenos dias- canturreó ella dándose la vuelta con una sonrisa en sus labios.
Le sonreí ampliamente por el buen humor que traía esa mañana y pronto mi sonrisa se esfumó.
- ¿Y Jordan?- preguntó ella curiosa al no verle.
Me encogí de hombros sin querer responder y sin desayunar salí de allí para después volver a subir las escaleras e ir a ver a mi pequeño, ya que a aquellas horas aún no estaba despierto.
Entré en su dormitorio, el cual estaba al lado del nuestro, y me acerqué a su cuna para verle dormir con placidez acompañado de una tranquila respiración.
Le acaricié la mejilla con cuidado que no se despertase y después de dejarle un beso sobre la frente salí de allí y bajé las escaleras de nuevo pero esta vez dirigiéndome a la puerta principal sin detenerme.

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Jordan
Manusia Serigala-Querida... No saldrás de aquí en tu vida... Aquellas palabras me helaron haciendo que se me quedara cara de tonta. ¿C-como dices?- tartamudeé yo. -Lo que oyes pequeña... Me perteneces, siempre lo has hecho Mack. -¡Estas loco- le chillé sin poder co...