CAPITULO 40

24.8K 1.5K 60
                                    

AVISO: Este capítulo contiene información muy explícita, la segunda mitad de capítulo no es necesaria para entender el próximo capítulo

Cass.

Había pasado una semana y media y todos los heridos de la batalla se recuperaron bien.

La paz se notaba en el ambiente y la tensión había desaparecido.

Después de aquel día volví a casa con Jordan... No me quise volver a poner el anillo de compromiso y estaba fría con él... Y de eso se dió cuenta.

Le esquivaba todo lo que podía, no quería volver a caer en la trampa de confiar en él.

Me sentía en cierto modo traicionada y cada vez que me planteaba perdonarle las mismas palabras volvían a mi cabeza... "Solo quiero que sepas que no te puedo prometer que no hayan secretos..."

Esas palabras que me taladraban constantemente... ¿En que clase de pareja nos convertía eso? ¿No confiaba en mi para contarme las cosas? Acabábamos de tener un hijo y nos habíamos comprometido... No entendía nada.

Las noches se hacían largas entre tantas preguntas y pocas respuestas... Miré por décima vez el reloj de la mesita de noche, 3:23 de la madrugadada... Solo esperaba que amaneciera pronto para empezar un nuevo dia en el què pudiese porfin, obtener alguna respuesta.

Me removí inquieta en la cama y me di la vuelta encontrándome a Jordan con los ojos abiertos y mirando al techo pensativo.

Giró la cabeza y vio que yo también estaba despierta, no dijo nada y volvió a mirar al techo... ¿Qué nos había pasado?

-¿Cómo hemos llegado a ésto?- pregunté en un susurro.

Él dió un largo suspiro y se giró en mi dirección quedando de lado y mirándome directamente a los ojos.

-Supongo que no sé cuidarte como te mereces...- susurró.

-No digas eso...- dije alzando levemente la voz e incorporándome.

Volvió a mirar al techo y no dijo nada más, notaba su mirada perdida en algún lugar de su mente... Aquellos ojos que algún día pude leer, se volvieron indescifrables para mí.

Me acerqué a él para quedar cara a cara, su mirada se fundió en la mía y la piel se me erizó haciéndome temblar.

-No puedo más...- dije dolida ante la situación.

-¿Piensas que es fácil para mí?- me susurró taladrandome con los ojos.

-No he dicho eso, Jordan... ¿Qué clase de pareja somos si no confías en mí para contarme las cosas?

-Hay cosas que es mejor que no sepas...

-Claro que no... ¿Cómo va a entender la estúpida de Mackenzie nada de lo que le expliques?- ironicé molesta.

-No es eso...- se enfadó incorporándose y quedando a pocos centímetros de mí.

-¿Entonces que es?- pregunté esperando una respuesta lógica.

-No entiendes nada... No sabes nada de lo que pasa realmente... Joder- chilló él levantándose de la cama y acercándose a la ventana dejándome sola en la cama.

-Explicamelo entonces...- insistí.

Después de un largo y sonoro suspiro empezó a hablar.

-No tienes ni tendrás nunca la vida que te mereces... Nunca estarás a salvo al cien por cien... Sea por una cosa o sea por la otra tu vida y la de Cameron están en constante peligro y no poder hacer nada para protegeros me revienta... Sois lo único que tengo y no quiero que te des cuenta de que soy lo peor que existe... A mi lado vuestra vida estará en juego... No quiero contarte las cosas porque sé que te perderé cuando te des cuenta de que nunca habrá una estabilidad, siempre estaremos rodeados de batallas y muerte...- se sinceró y tuve que procesar todo eso antes de contestarle.

-No importa... No me importa, Jordan... ¿A caso te has parado a pensar que es lo que quiero para mí? ¿Cuáles son mis sentimientos? Me da absolutamente igual vivir una vida así... Sé que te tengo conmigo y eso es más de lo que podría desear...- susurré lo último.

Se volteó para mirarme y descubrir en mis ojos si eso era verdad... Solo encontró una mirada realmente sincera.

-Solo quiero que confíes en mí... Somos un equipo ¿Recuerdas?- sonreí levemente.

Jordan me sonrió y asintió con la cabeza como un niño pequeño, lo que me dio mucha ternura.

Estiré los brazos en su dirección y casi corrió en hacia mi para apretarme contra su pecho... Casi había olvidado esa sensación tan reconfortante al tenerle cerca...

Hundió su rostro en el hueco de mi cuello y le apreté aún más contra mí si eso era posible.

Nos separamos y no tardó mucho en juntar sus labios a los míos, fundiendonos en un beso que acabó por desatar toda nuestra pasión.

Jordan me tumbó en la cama y se puso encima de mí, los besos siguieron y descendieron por mi cuello.

Me agarró las muñecas con delicadeza y las sujetó encima de mi cabeza con una mano para ir desabotonando y quitándome la ropa con la otra...

Pronto quedé únicamente en ropa interior, Jordan se separó y me miró con deseo, y ya no pude aguantar más todo aquello, me removí inquieta al querer más y él lo notó y sonrió levemente al saber lo que provocaba en mí.

Me soltó las muñecas y me desabrochó el sujetador con rapidez para después tirarlo en algún sitio lejos de nosotros.

Mis manos, ya libres, viajaron a sus pantalones y me ahorré el quitarle la camiseta ya que no solía utilizar para dormir.

De un solo movimiento me llevé también su ropa interior y me miró enarcando una ceja juguetón.

-¿Has estado practicando?- preguntó con la voz ronca.

-Puede- sonreí coqueta.

Sus manos viajaron a la goma de mi ropa interior y se demoró deleitandose con mi desquicio.

-Porfavor...- susurré viendo que lo hacia a propósito.

-¿Cómo dices?- se hizo el loco.

-Lo has escuchado perfectamente- reí yo.

-Ah... Dices que no quieres que continúe... En ese caso...- empezó a apartar las manos de mí.

-Jordan...- protesté como una niña pequeña.

Él sonrió ampliamente y se fundió en mis labios acabando con la tarea porfin y quedando ambos desnudos.

Sus manos sujetaron mis muslos y fueron separando mis piernas para posicionarse en medio.

Noté su miembro en mi muslo, estaba duro y un escalofrío me recorrió al pensar en lo que desencadenaría aquello.

Jordan se separó para mirarme a los ojos y posicionándose en mi entrada me preguntó con la mirada si estaba lista.

Atrapé sus labios con los míos y eso fue suficiente respuesta para que poco a poco fuese empujando y le fuese sintiendo dentro de mí.

La segunda embestida fue más rápida y fuerte haciendo que jadeara contra sus labios, incapaz de concentrarme en besarle me separé y él hundió su rostro en mi cuello, besándolo... Activando cada minusculo rincón de mi piel.

Moví mis caderas contra las suyas, buscando alivio al cosquilleo que empezaba a notar, el ritmo cada vez más rápido, hacía que mis jadeos y los suyos se unieran formando uno solo.

Jadeé su nombre innumerables veces, y yo sabía que era la manera en la que más le gustaba que yo lo pronunciara.

Mi vientre subía y bajaba a medida que las embestidas se hacían más fuertes, sentía mis músculos contraerse y llegar por fin al clímax notando a Jordan aún dentro.

Nos dimos un descanso y poco después, Jordan, agarrando mi cintura hizo un rápido movimiento para dejarme encima suyo a horcajadas... Dando paso así al segundo asalto.













JordanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora