Jordan

CAPITULO 58

Janette.

Me levanté de mi sitio al mismo tiempo que Cory.

Después del disparo ya no oímos nada más pero nos podíamos hacer una idea de quien había hecho disparar el arma.

Miré a Cory y éste se llevó su dedo índice a los labios, pidiéndome con ese gesto que mantuviera el silencio.

Tendió su mano en mi dirección y pronto la agarré con firmeza para después situarme a su lado.

Le rezaba al universo para que aquél disparo no proviniera de una escopeta de cazador... La última vez que los cazadores se entrometieron... Sacudí la cabeza alejándome todo mal pensamiento.

Cory empezó a caminar con lentitud hasta llegar al ventanal del salón y se asomó para ver el jardín des de ahí.

-Estamos jodidos...- susurró él.

Le miré asustada al escucharle decir eso y él sonrió quitándole importancia al asunto... Pero realmente era una situación de vida o muerte.

-¿Cazadores?- pregunté en un susurro.

Cory asintió y al ver como mi rostro palidecía por momentos me frotó los brazos intentando hacerme entender que todo saldria bien.

-Escuchame, Janette...- dijo acunando mi rostro entre sus manos de una manera muy protectora- No pienso dejar que te pase nada... Lo prometo- dijo mientras me miraba directamente a los ojos.

-En ese caso... Vamos a patearles el culo a esos gilipollas- dije armandome de valor para después ver como Cory sonreía ante mi respuesta.

Nos dirigimos en silencio hasta la puerta principal, Cory aún mantenía mi mano sujeta y casi me obligó a quedarme detrás suyo.

Abrió la puerta de golpe y nos encontramos con su guardia tirado en el césped del jardín con una bala de plata entre ceja y ceja.

Un par de hombres, entrados en sus años, se encontraban a su lado de pie, observando el cuerpo inerte del chico con los rifles colgados al hombro.

Levantaron la cabeza en dirección a la puerta y nos miraron entre divertidos y curiosos.

-Vaya, vaya, vaya...- río uno de los hombres, alto, vestido de negro de pies a cabeza... Las canas eran testigo del paso del tiempo por él pero sus ojos contradecían su experiencia de la vida, audaces y muy calculadores, con un brillo propio de una persona joven...- Dos pájaros de un tiro...- mencionó haciendo la división entre la naturaleza de Cory y la mía-Ohhhh... Míralos Freddy- le dijo a su compañero mientras señalaba nuestras manos entrelazadas y como Cory me protegía con su cuerpo- Están enamorados... ¿No es así?- hizo una carantoña llena de burla- En fin... Al menos moriréis juntos.

-Que te lo has creído...- susurré antes de deshacer el agarre de la mano de Cory sobre la mía.

Cory agarró mi antebrazo con fuerza en el momento en el que vio mis intenciones y de un tirón volvió a situarme detrás suyo.

-Tengo un plan- susurró él mientras me miraba de reojo.

Asentí no muy convencida y dejé a Cory tomar las riendas de la situación para no interferir en aquello que había planeado.

De un momento a otro ya no se encontraba delante de mí si no que ya le había roto el cuello a uno de los cazadores y mantenía al otro en el suelo, agarrándolo por la garganta y susurrando cosas que no entendí muy bien.

El cazador no dejaba de retorcerse y maldecir a Cory, aún que claro... Por mucho que se retorciera no conseguiria ni en mil años deshacerse del agarre de Cory.

Vi como como por una de las esquinas de la casa aparecía otro cazador que supuse que venía de echar una pequeña ojeada por los alrededores para confirmar si el terreno estaba despejado.

Nada más ver a Cory encima de su compañero, su rifle viajó a su hombro y apuntó hacia Cory, cargando el arma, y asegurando el blanco para después situar el dedo en el gatillo.

Entré en fase y me transforme en una enorme bestia en el momento en el que la bala salía del cañón del arma.

Me abalancé contra aquel cazador y éste intento volver a empuñar el arma pero le fue imposible ya que antes de que hiciera algún movimiento le hundí los colmillos en el cuello y finalmente tiré de éste, acabando al instante con aquél cazador.

Después de eso respiré profundamente y un pinchazo de dolor proviniente de mi costado derecho me hizo desviar la mirada del cadáver.

Sentí el olor a sangre y supe que no solo se había derramado sangre de cazador... Si no también sangre licántropa.

-¡Janette!- escuché chillar a Cory a mis espaldas.

Me volteé y vi que estaba en perfecto estado, lo que me hizo sonreír internamente.

Corrió en mi dirección en el momento en el que me empecé a desvanecer para volver a mi forma humana.

Mis rodillas se flexionaron y antes de que tocara el suelo Cory me cogió.

Buscó con su mirada algo de lo que yo ya me había percatado, un balazo de plata cerca de mis costillas que hacía que me debilitase por momentos.

Sus ojos volvieron a conectar con los míos al ver la herida y pude ver el miedo en ellos.

-Te pondrás bien... Lo juro- musitó con lágrimas en los ojos antes de que me desvaneciera del todo.

Tanto él como yo sabíamos que lo último que había dicho era mentira... Ningún ser sobrenatural se recuperaba después de haber recibido un balazo de plata...