-Conocí a tu madre en persona... Ella pertenecía a nuestra manada...
-¿Cómo puede ser eso? Era humana...
-Era híbrida...- dijo corrigiendome- Te conozco des de que naciste por esa misma razón... Porqué naciste en esta manada.
-No puede ser... ¿Y mi padre?
-Era un humano cualquiera... Tu madre solo se casó con él por qué te iba a tener a ti... Pero no te podía criar en la manada si quería que tu vida fuese normal... Lo que ella no sabía es que se había casado con un monstruo...- hizo una pausa- Te he visto crecer, te he visto aprender a sumar y a atarte los cordones... Te vi aprender a ir en bicicleta y vi dar tus primeros pasos...- Confesó él haciendo que mi alma se encogiera.
-Jordan Kay...- susurré para mí misma... La noche que me dijo su apellido sabía que lo había escuchado antes... Y ahora sabía dónde lo había escuchado.
Mackenzie, 6 años de edad
Vi a mamá en la cocina leyendo una carta, sonreía por algo que acababa de leer y enseguida notó que estaba mirándola.
-Cielo...- susurró con una sonrisa dejando la carta encima de la mesa y prestándome atención.
Me acerqué a ella sonriente y entre pequeños saltos.
Llegué hasta ella y me alzó en brazos sentándome en su regazo para después darme un beso en la mejilla.
Siguió leyendo la carta apoyando su barbilla en mi hombro.
La carta decía algo sobre el cumpleaños de un chico llamado Jordan, del linaje de los Kay... No pude ver más pero tampoco le di muchas vueltas... Solían llegar muchas cartas del mismo remitente.
-¿Irás a ese cumpleaños?- pregunté curiosa.
-Tal vez- sonrió ella para después cambiar de tema.
Fin flashback...
-Jordan Kay... Eras tú... Las innumerables cartas que recibía mi madre eran de tú familia...
-Tú madre pertenecía al linaje de los Wayne... Eran muy buenos amigos nuestros...
Me costaba procesar todo aquello... Si mi madre era híbrida yo no era completamente humana... ¿Y mi familia materna? ¿Seguiría viva?
-¿Tengo familia materna?- pregunté esperanzada.
-Murieron luchando codo con codo con mis padres...
-¿Porqué no me lo dijiste? ¿Porqué no me sacaste de aquel infierno que viví con mi padre?- empecé a echarle cosas en cara.
-¡No podía! Dios... Hay reglas, Mackenzie...
-¡Te saltaste todas esas malditas reglas cuando me secuestraste!- rugí yo.
Agachó la cabeza sabiendo que lo que yo decía era verdad...
-Eres un mentiroso, Jordan... Acabas de perderme...- susurré viendo como aquellas palabras le habían dolido.
Pasé por al lado de él y abrí la puerta disponiéndome a salir, pero Jordan fue más rápido y la cerró rápidamente .
-¿Qué haces?
-No puedes irte, Mack...
-¿Ah no? Y ¿Eso porqué?- me crucé de brazos.
-Sois lo único que tengo...- habló mirandome a los ojos.
-Lo hubieses pensado antes de engañarme...
-Lo hice porqué sabía que te pondrías así- me señaló.
-No lo hubiese hecho si me lo hubieses contado des del principio... Joder... ¿Cómo vamos a ser un equipo si me ocultas cosas? Es que no se ni que hago hablando contigo... Es absurdo...- hice una pausa y al ver que no decía nada hablé- Apartate- le ordené.
-No...
-Te juro que como no te apartes...- empecé a decir.
-¿Qué harás?- me cortó él con una ceja alzada interrogando- No me puedes hacer peor cosa que irte...
-No me vengas ahora con tonterías... ¿ Piensas que volveré a creer en ti? Pues no... Estás muy equivocado... He cometido ese error mil veces y ya no quiero cometerlo más...
Me saqué el anillo de compromiso que llevaba en el anular de la mano derecha y estiré el brazo y dejé el anillo en su pecho, pero antes de apartar la mano me la agarró, quedando mi mano entre una de las suyas y su pecho.
-Por favor...- susurró dolido.
Mi alma se partía en pedazos cada vez que le miraba, en mis ojos se acumulaban lágrimas que rápidamente hacia desaparecer parpadeando varias veces.
Suspiré y un nudo apareció en mi garganta, impidiéndome el habla.
Miré a Jordan directamente a los ojos y vi su mirada perdida y crisralizada...
-Nos estamos haciendo mucho daño, Jordan... ¿No te das cuenta?
-Solo te pido que no te vayas... Intentaré hacer las cosas bien... No me enfadaré tanto y seré más comprensivo... Pero por favor, no me dejes...
Una lágrima rebelde descendió por mi mejilla y me sentí impotente, Jordan se acercó a mí con los brazos abiertos y me estrechó contra él.
Dejé que me abrazara porqué necesitaba aquello.
-Te juro... Te juro que como me vuelvas a mentir en algo, acabaré contigo...- le amenacé entre sollozos.
-Me parece bien- susurró él estrechándome aún más contra su cuerpo.

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Jordan
Werewolf-Querida... No saldrás de aquí en tu vida... Aquellas palabras me helaron haciendo que se me quedara cara de tonta. ¿C-como dices?- tartamudeé yo. -Lo que oyes pequeña... Me perteneces, siempre lo has hecho Mack. -¡Estas loco- le chillé sin poder co...